El matrimonio Bündchen - Brady se desinfla

La revista Vanity Fair otorgó en febrero la tercera posición a los Brandy-Bündchen en el ranking de las familias más perfectas de América, tan solo por debajo de Beyoncé y Jay-Z y los Obama. Ese mismo mes, el deportista y su equipo, los New England Patriots, ganaron la Super Bowl —la final de la liga nacional de fútbol americano, todo un espectáculo deportivo—. La modelo, que cumplió 35 años el pasado mes de julio, es la mejor pagada del mundo (ingresó 43 millones de euros el último año). Y las fotos del matrimonio con sus tres hijos —uno de ellos es de una relación anterior de Brady— en piscinas, playas y otros paisajes paradisíacos han dado la vuelta al mundo en más de una ocasión, levantando críticas y pasiones.

La perfección de esta pareja de guapos, ricos y famosos, sin embargo, se vio resquebrajada en mayo cuando la liga de fútbol americano (NFL) publicó un informe en el que se denunciaba el uso de balones deshinchados en la final de la Conferencia Americana (que ganaron los Patriots y les condujo hasta la Super Bowl). Según el informe, el marido de la top, de 38 años, "habría estado más o menos al tanto" del amaño que realizaron dos trabajadores su equipo. 

El caso, al que se le ha bautizado como Deflagate, se saldó con la suspensión a Brady de los cuatro primeros partidos de la nueva temporada y un millón de euros de multa para los Patriots. El castigo supuso un desprestigio para el famoso jugador y, en consecuencia, para su "perfecta" familia. Esta historia escribe este jueves un nuevo capítulo y es que algunos medios americanos apuntan a que Gisele Bündchen le habría pedido el divorcio a Tom Brady a causa de los problemas que ha traído el escándalo de los balones a su hogar.

"Le encanta ser madre, pero no ha sido fácil tener que hacer a un lado su carrera (en abril se retiró de las pasarelas) y, a veces, Gisele se siente apartada. Han tenido sus peleas", asegura una fuente cercana a la pareja a la revista People. Uno de los motivos que ha alimentado los rumores es que, a mediados de agosto, Tom Brady acudió a un tribunal de Nueva York para comparecer por el "Deflagate" y no estuvo acompañado por su esposa. Tampoco se vio a la modelo en las gradas del primer partido que jugaron los Patriots y sus seguidores en Instagram destacan que antes solía subir más fotos de su marido y sus hijos y lleva tiempo sin hacerlo.