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‘Business’ por pedales, a la africana Las bicicletas no solo son para el verano, sino también para los negocios. Aquí la prueba una galería que recorre varios países subsaharianos a dos ruedas Advent va cada día a una escuela en Yamosoukro, la capital administrativa de Costa de Marfil, que se encuentra a 12,5 kilómetros de su pueblo. En total, recorre en bicicleta 25 kilómetros diarios y aprovecha cualquier oportunidad para transportar a algún pasajero. "Este pequeño ingreso me permite comprar algunos libros para la escuela”, subraya. Sebastián Ruiz Costa de Marfil. Innocent trabaja en la industria del cacao en la provincia de San Pedro, el principal puerto del país desde donde se transportan, junto con Ghana, el 60% de la producción mundial de cacao. Unas dos horas y media de pedaleo para ir y otras tantas para volver. “Si no fuera por la bicicleta no tendría forma de venir a trabajar. No tendría ingresos. Además, lo curioso es que esta bici es un préstamo de un primo”, explica. Sebastián Ruiz Dominique espera en la orilla del Tanganika, del lado burundés, a que lleguen los pescadores de faenar después de toda la noche. Cargará el pescado y lo llevará sorteando baches y carreteras sin asfaltar hasta el mercado principal de Bujumbura, la capital de Burundi. Sebastián Ruiz Malawi. Vincent detiene su bicicleta para sonreír y explicar su historia. Cada semana sube desde la carretera a la pequeña población de Livingstonia a unos 15 kilómetros, montaña escarpada arriba, para vender panales de abejas tanto a los locales como a los turistas que se alojan en algunos de los albergues que se encuentran por el camino. Vincent no tiene estudios reglados pero se le conoce en toda la región por la forma en que trabaja la madera. Su hijo pudo ir a la Universidad con los ahorros de su padre y convertirse en uno de los médicos de Livingstonia. Sebastián Ruiz Tanzania. En los climas tropicales, uno de los productos estrellas es, sin duda, el coco. Se estima que el 95% de la cosecha tanzana es cultivada por pequeños propietarios. Uno de ellos es Faruk que, enfundado en una camiseta del Milán, espera en la carretera a su primer comprador. “Vivo muy lejos de aquí así que aprovecho para cargar mi bicicleta hasta arriba. Si no fuera por ella mi volumen de ventas sería muy escaso y, seguramente me sería más rentable trabajar en el mar”, detalla el joven. Sebastián Ruiz Tanzania. En las carreteras que bordean la costa de Dar es Salaam pueden verse multitud de transportistas que cargan su bicicleta de cocos y piñas. El horario es de sol a sol aprovechando, entre otras cosas, que a esas horas la temperatura respeta el deporte de a dos ruedas. Sebastián Ruiz Uganda, la república del matoke, o de la banana. La “perla de África” como la bautizó Winston Churchill representa un porcentaje muy elevado de toda la que se consume en África del Este y en el mundo. Según estadísticas de 2011, es el país con mayor consumo de bananas con una media de casi 0,70 kilogramos por persona y día. Una de las imágenes más habituales en el país es precisamente la de las bicicletas transportando el matoke por todo tipo de carreteras. Sebastián Ruiz Uganda. El recorrido que hacen los transportistas de matoke suele ser desde la montaña hacia la ciudad (o pueblos) donde se recolectan para después distribuirlos en camiones por el resto del estado y de los países limítrofes. La bicicleta es un elemento esencial para que esta cadena de distribución funcione correctamente. Sebastián Ruiz Uganda. Robert lleva pensando un buen rato dónde queda el puerto de Xingang. Él carga carbón vegetal cada día para poder cocinar. “¿Allí también transportáis el carbón en bicicleta? Es el invento del siglo”, apostilla sobre en el manillar de su velocípedo chino del año 2007. Sebastián Ruiz Kenia. Jefrey monta en una bicicleta de niños aunque él se hizo adolescente (quizás adulto) hace algunos años. Lleva toda la tarde intentado hacer un derrape sin poner los pies en el suelo. Vive en Matahare, un suburbio a escasos 30 minutos de la zona de rascacielos de la capital de Kenia, Nairobi. Todos sus hermanos trabajan cargando chatarra en bicicletas y Jefrey apunta maneras. Sebastián Ruiz Anochece en la ciudad colonial de Grand Bassam, en Costa de Marfil. Pero las bicicletas no ponen freno a su actividad. Circular por la noche en cualquier ciudad de África subsahariana supone el reto de esquivar a los que no llevan alumbrado y, al mismo tiempo, caer rendidos ante la admiración: el motor invisible del continente es una constante. Sebastián Ruiz