16 fotosCuatro años de guerra en la memoriaEl conflicto en Siria ha tornado en la mayor crisis de refugiados de nuestro tiempo. Líbano acoge a más de un millón Beirut - 21 may 2015 - 11:23CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceCerca de la frontera siria y recorriendo Líbano de norte a sur se encuentra al Valle de Bekaa. Desde que comenzó el conflicto sirio, las plantaciones agrícolas de la zona se han convertido en precarios asentamientos de sirios que huyen de Siria. Valle de Bekaa, Líbano.Gonzalo HöhrLos niños son las principales víctimas del éxodo sirio. En plena fase de crecimiento y desarrollo, se han visto obligados a prescindir de un hogar, de una educación y de una identidad. Asentamiento de Delhamiye, Zahle, Líbano.Gonzalo HöhrEl clima en el Valle durante el invierno es uno de los más duros de Oriente Medio. Con temperaturas bajo cero, el pasado invierno dos tormentas de nieve hicieron estragos en las tiendas de plástico y madera que en ocasiones se hundieron completamente. Valle de Bekaa, Líbano.Gonzalo HöhrLos niños pasan el tiempo entre las tiendas. Los trastornos infantiles se han convertido en un objetivo prioritario de organizaciones humanitarias que trabajan en la zona como Acción Contra el Hambre. Asentamiento de Delhamiye, Zahle, Líbano.Gonzalo HöhrVarios niños se coordinan para llenar los depósitos del agua que traen camiones cisternas cada mañana. Este agua deben pagarla, al igual que las tiendas o el alquiler de las tierras donde se han instalado. Asentamiento de Fayda 15, Zahle, Líbano.Gonzalo HöhrUna madre sostiene a su hijo en el interior de una de las tiendas del asentamiento de Fayda, cercano a Zahle, Líbano.Gonzalo HöhrEn el interior de las tiendas se crean estancias a imagen y semejanza de sus antiguas casas en Siria. En la imagen, unas niñas ríen mientras preparan café para los invitados. Asentamiento de Fayda, Zahle, Líbano.Gonzalo HöhrWarde, mujer viuda de 35 años que huyó de Siria por sucesivos bombardeos, muestra los papeles de sus tres hijos escolarizados en Líbano. Tienen ocho, nueve y diez años. Asentamiento de Fayda, Zahle, Líbano.Gonzalo HöhrEn el interior de una tienda, una mujer prepara pan para la familia. Delhamiye, Valle de Bekaa.Gonzalo HöhrAhmed Abdul Al Aziz, 27 años. Vive con su numerosa familia en una caseta de obra junto a las tierras que trabaja cerca de Tiro, al sur de Líbano. Universitario proveniente de una clase media siria, se ha visto de la noche a la mañana viviendo una vida que no podía imaginar. Tiro, sur de Líbano.Gonzalo HöhrA medida que llegan nuevos desplazados por el conflicto, los vecinos se ponen manos a la obra para ayudarles a levantar su tienda. Tardan de media unos tres días. El coste suele rondar los 500 dólares, aunque la mayoría de los casos las tiendas se hacen un poco más grandes para que puedan convivir 3 familias al mismo tiempo. Delhamiye, Valle de Bekaa.Gonzalo HöhrLas Fuertes nevadas y sobre todo el deshielo posterior ha provocado en muchas ocasiones que se desborden los pozos y las fosas cerca de las letrinas, convirtiendo la situación en foco de infecciones y enfermedades. Por ello, uno de los programas más implementados en la zona por organizaciones como Acción Contra el Hambre sean los relativos al agua y el saneamiento. Delhamiye, Valle de Bekaa.Gonzalo HöhrPlástico y madera son los materiales con los que todas las familias asentadas en zonas agrícolas han construido sus casas. En la imagen, un técnico de Acción Contra el Hambre atiende a una refugiada siria mientras sus hijos juegan junto alrededor. Asentamiento de Babliyi, cerca de Saida, sur de Líbano.Gonzalo HöhrUn grupo de trabajadores rellena la ficha antes de ponerse a trabajar en las actividades de Cash for Work promovidas por Acción Contra el Hambre junto a las Municipalidades locales. Carretera de Saida a Tiro, sur de Líbano.Gonzalo HöhrEn todos los asentamiento se encuentra la figura del shawish, que ejerce como portavoz, proveedor y coordinador entre la población refugiada y la local. Algunos ya estaban en Líbano, otros llegaron de los primeros. Son los que más control tienen de la situación.Gonzalo Höhr