Los dos conflictos bélicos que quedan abiertos en Myanmar sacuden a la población civil, indefensa y sin recursos
Laiza -
Un niño da de comer arroz a su hermano pequeño en el campo de desplazados internos de Jeyang, donde un 10% de los 83.000 refugiados se hacina en condiciones insalubres.Zigor AldamaLas fuertes lluvias convierten las estrechas calles del campo de Jeyang en un barrizal, y las casas se inundan con facilidad.Zigor AldamaLahtaw Zansan, a la derecha, posa con sus padres y con uno de sus hijos en la vivienda de bambú que ocupan en el campo de Jeyang. Escaparon aquí en 2013 cuando los combates llegaron a su pueblo.Zigor AldamaLahtaw Zansan imparte clase a niños de primaria en las básicas instalaciones de la escuela del campo de Jeyang. Solo tiene el graduado escolar, pero no hay personal más cualificado. Cobra 20 euros al mes.Zigor AldamaTres niños pescan en uno de los riachuelos del campo de Jeyang. Pasan hambre, así que cualquier cosa viviente que caiga en la red acaba en el plato.Zigor AldamaNiños y mayores rezan por la paz en una de las iglesias de Laiza. De mayoría cristiana, se sienten discriminados por las autoridades de Myanmar, un país en el que un 90% de la población es budista.Zigor AldamaAdolescentes reclutas, algunos de solo 15 años, se entrenan en las instalaciones del KIA para convertirse en guerrilleros y combatir al Ejército. Exigen la instauración de un estado federal con amplia autonomía.Zigor AldamaDespués de una agotadora sesión de entrenamiento, adolescentes reclutas del KIA echan la siesta en los barracones en los que viven.Zigor AldamaUna escena habitual en Laiza, el bastión de los guerrilleros kachin.Zigor AldamaUn niño con paladar hendido espera a que el médico Nangzing Bawk le atienda. El hospital de Laiza ha tenido que cerrar el departamento de pediatría y carece de medios, así que no hay nada que puedan hacer por él.Zigor AldamaEl médico Nangzing Bawk señala a un paciente cuyo hinchado hígado requiere de un medicamento que cuesta tanto al día como lo que gana el enfermo en todo un año. Si no puede costearse el tratamiento, morirá.Zigor AldamaNu Kai posa en su vivienda con sus hermanos. La metralla le dañó la espina dorsal y ahora tanto ella como su hermana mayor han tenido que dejar de acudir a la escuela para cuidar de ella y ahorrar con el objetivo de pagar las operaciones que requiere.Zigor Aldama
