11 fotosZaatari, cuatro años de refugioEl segundo mayor campo de refugiados está en Jordania y acoge a 85.000 sirios 16 mar 2015 - 11:37CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceDespués de cuatro años desde que el campo de Zaatari empezó a recibir refugiados sirios, los negocios han empezado a florecer. Abu Omar, quien huyó de la ciudad de Daraa en 2013 y llegó al campo de Zaatari, ahora es propietario de una tienda de venta de pan y falafel allí.pablo tosco (oxfam intermón)Abu Omar y su familia viven en dos caravanas que les dio la ONU después de que su tienda de lona quedase destruida por la lluvia.pablo tosco (oxfam intermón)Una mujer espera su turno en la maternidad del campo. El hospital, especializado en atención a mujeres y sus bebés, es uno de los tres que hay allí y atiende cada día entre 10 y 15 partos. Aunque nacen en territorio jordano, los recién nacidos reciben la nacionalidad siria de sus padres.pablo tosco (oxfam intermón)Oxfam Intermón desarrolla un programa de trabajos comunitarios de recogida de basura y gestión del acceso al agua. Para ello contrata a las personas que viven en el campo. Trabajo por dinero.pablo tosco (oxfam intermón)Un niño recoge agua en el campo de Zaatari, en Jordania.PABLO TOSCO (OXFAM INTERMÓN)Essa vive sola en una tienda de lona en el campo de refugiados.pablo tosco (oxfam intermón)Yousef prepara el pan en la tienda de Abu Omar, el propietario.pablo tosco (oxfam intermón)En las afueras del campo, varias personas esperan a que el viento permita tener cobertura para sus teléfonos móviles. Entonces se suben a uno de los montículos del campo y pueden comunicarse con sus familiares.pablo tosco (oxfam intermón)Un técnico de Oxfam Intermón recargando un tanque de agua en el campo de Zaatari.pablo tosco (oxfam intermón)Abu Jibran y Salma, su esposa, tienen dos hijos y una hija. La familia huyó de Damasco en junio de 2013, cuando ya hacía dos años que la guerra devastaba Siria. Fue una huida desbocada y por separado. La madre hacia el norte, los hijos hacia el sur, buscando la frontera jordana. Para los jóvenes, quedarse en el país suponía riesgo de muerte. Consiguieron llegar a Jordania, donde un amigo les ayudó a buscar un piso de alquiler en la capital, Amman.pablo tosco (oxfam intermón)Salma tiene dos hijos, una hija y un marido enfermo del corazón. Los ahorros que trajeron han ido mermando y como refugiados no tienen permiso de trabajo.pablo tosco (oxfam intermón)