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Vanesa Lorenzo se reinventa

La modelo y pareja del ex capitán del Barça Carles Puyol lanza una marca de ropa infantil que quiere romper con los cánones de género

Vanesa Lorenzo.
Vanesa Lorenzo.Jonathan Miller

Es un procedimiento habitual: famosa tiene un bebé. A famosa le ofrecen todo tipo de patrocinios de productos infantiles o que ponga su imagen a una marca. Famosa acude al evento en cuestión, responde a preguntas en el photocall, coge el cheque y se va. Como modelo en activo y pareja de exfutbolista, Vanesa Lorenzo entra en este grupo, pero prefiere hacer las cosas de manera distinta. Antes de lanzar su propia firma de ropa de mujer (homónima), decidió que tenía que pasar por la escuela de diseño y formarse durante años, yendo a clase como cualquier estudiante. “Mis agentes me decían que estaba loca, que cómo se me ocurría perder tantos contratos y tanto dinero”, rememora. Y ahora que se prepara para lanzar una línea infantil a través de una nueva marca, también ha querido hacer las cosas a su manera: “Será ropa para niños en libertad porque me dan pena los críos encorsetados. Y bastante unisex. No entiendo esos códigos retrógrados del rosita y el azulito. En el mercado veo productos de buena calidad, pero sin diseño, que no inspiran. Y los que tienen diseño, no me gustan nada”.

Será ropa para niños en libertad. Y unisex. No entiendo esos códigos retrógrados del rosita y el azulito

Las prendas llegarán a las tiendas en julio de la mano de “un equipo creativo potente” que le propuso poner en marcha este proyecto después de que naciera Manuela, su primera hija con el defensa del Barça retirado, Carles Puyol. “Al final a ella acabo comprándole básicos y mucha ropa de niño”, dice. En la colección, habrá dos escalas de precios: “un producto más aspiracional, económico, y algunas cosas un poco más complejas y costosas, pero yo tampoco me identifico con una prenda infantil que cueste 300 euros. Hay que ser consecuente. ¡Si se les compra ropa cada tres meses!”.

Además de este proyecto, Lorenzo continúa trabajando como modelo, con clientes fijos como J.Crew, la marca de culto estadounidense que adora Michelle Obama, y acaba de estrenar un blog en la revista Harper’s Bazaar. Su propia firma está ahora en cierto parón. Sigue lanzando modelos de pantalones, su prenda estrella, pero no colecciones completas. “Cuando lo hacía trabajaba 14 horas al día y ahora lo que quiero es volver a casa. No he tenido una hija para aparcarla”, explica. Aun así, quiere mantener la firma en un tamaño manejable, con venta online y en varias tiendas multimarca en España, Japón y Francia. “No sigo mucho las tendencias. Si una prenda funciona, la repito con algunas modificaciones”. Admira a otras marcas emergentes españolas como Alvarno, a los que recientemente entregó el premio a la mejor colección en Cibeles, pero lamenta la falta de foco comercial en la moda española: “Hay gente que está más por hacer show que por hacer industria. Lo importante es tener una estrategia. A mí me ha costado aprenderlo”.

Está pensando en mudarse a Nueva York con su pareja Carles Puyol. "Podría pasar a corto o medio plazo"
Vanesa Lorenzo con prendas de su marca. Créditos:Txema Ramirez estilista, y Joe Buj, peluquería y maquillaje.
Vanesa Lorenzo con prendas de su marca. Créditos:Txema Ramirez estilista, y Joe Buj, peluquería y maquillaje.Jonathan Miller

Quizá por su alergia al show, ha evitado hacer desfiles cuando se lo han ofrecido y prefiere mantenerse al margen del circo mediático que rodea a los futbolistas y sus parejas. Con Carles Puyol retirado -y fuera del escalafón del club desde que dimitiera por solidaridad con el exdirector deportivo, Andoni Zubizarreta- ambos llevan una vida discreta en Barcelona. Planean trasladarse a Nueva York: “A mí me tira mucho porque he vivido allí muchos años. Es algo que nos ronda y que podría darse a corto o a largo plazo”.

En verano, se viralizaron las fotos de la pareja haciendo poses acrobáticas de yoga. Lorenzo se ríe al recordarlo. “Era una broma privada entre amigos, pero después nos hizo gracia y entramos al juego”, aclara. Algunas de esas fotos de yogi que cuelga en la red social le han traído disgustos, cuando le acusan de estar demasiado delgada. “La gente puede decir lo que quiera porque es en abierto, pero me duele que sean tan destructivos. Cuando tienes un trastorno alimentario se nota en la piel, en el pelo, en todo, y creo que es evidente que yo no lo tengo. A veces respondo porque son temas muy serios que no se deberían tomar a la ligera. Además, en España es mucho más grave el problema de la obesidad que el de la anorexia”. Lamenta que las mujeres estén “expuestas a esta presión física tan heavy. No sé cómo nos hemos dejado”. Lo dice al hilo de las polémicas prefabricadas sobre el estado de la cara de Uma Thurman, el estómago de Cindy Crawford o las fotos prePhotoshop de Beyoncé. “¡Son horribles esas caras retocadas! Nuestra piel tiene mil colores. ¿por qué quedarse solo con uno? O dejar a las modelos sin nariz o sin volúmenes. Cuando hice las fotos de mi última campaña, le pedí al retocador que hiciera lo mínimo. Quería que se vieran los poros de la piel”.

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