Andy Murray pone fecha a su boda con la ‘dulce’ Kim
La estrella del tenis anuncia su casamiento la misma semana en que su novia es pillada insultado a uno de sus rivales en la pista
El escocés Andy Murray, estrella nacional del tenis británico, se casará el próximo 11 de abril con su prometida Kim Sears después de diez años de noviazgo. Así lo ha confirmado la pareja, que celebrará la boda en privado en la intimidad del hotel de cinco estrellas Cromlix House, situado en las cercanías de Dunblane, la ciudad natal de Murray. Se trata del mismo lugar en el que se casó su hermano Jamie en 2010, aunque ahora el establecimiento es propiedad de Murray, quien lo adquirió hace casi dos años por más de dos millones de euros. La construcción es una mansión victoriana con diez habitaciones y cinco suites que al poco de inaugurarse el pasado año consiguió el título de mejor hotel de Escocia. No obstante, tras haber sido criticado por vender botellas de vino a precios aún más altos que el hotel Ritz, ahora conseguirá sin duda publicidad gratuita gracias a la celebración de una de las bodas más esperadas de Gran Bretaña a la que Murray podría asistir con falda escocesa “y sin nada debajo”, según bromeó recientemente.
No es habitual que una pareja se mantenga intacta durante tantos años cuando uno de los miembros vive un ascenso profesional tan fulgurante como el que ha experimentado Murray. Pero el tenista, ganador entre otros de Wimbledon y del Abierto de Estados Unidos, jugador de la liga profesional desde 2005, (el mismo año que conoció a Sears), se ha mantenido siempre fiel a su pareja, que a su vez le ofrece continuas muestras públicas de apoyo. A veces, incluso excesivas. Esta semana una cámara indiscreta ‘cazó’ durante el último Abierto de Australia a la antaño considerada ‘dulce Kim’ insultando como una verdulera al rival de Murray, Thomas Berdych, tras la victoria de su novio en semifinales. Sus palabras provocaron turbulencias en la opinión pública británica, a lo que ella respondió vistiendo al día siguiente una camiseta en la que podía leerse el lema "Parental advisory, explicit content" (Advertencia para padres, contenido explícito), un cartel que se utiliza en el cine y en la música para advertir de contenidos y lenguaje ‘adultos’.
Esa es la nueva cara de esta joven que se dedica a la pintura, concretamente al retrato de perros, un género no precisamente popular entre quienes entienden de arte pero sin duda con mucho público entre la clase alta británica, donde siempre suele haber un perro en la familia. Ella, nacida en Sussex, pertenece precisamente a una de esas familias: es hija de Nigel Sears, entrenador británico de tenis femenino y ex presidente de la Asociación de Tenis sobre Hierba. En su página web asegura que pinta por hobby, que algún día le gustaría escribir una novela y que si volviera a nacer querría ser una estrella de la música country.
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