11 fotosDemasiado peso sobre los hombrosPor los rojizos caminos que atraviesan Etiopía discurren a diario millones de mujeres con una carga inmaterial que arrastrarán de por vida haber nacido niñasLola Hierro02 ene 2015 - 16:31CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEtiopía ha caminado un largo trecho en materia de educación y eso se refleja en las estadísticas. Hoy, un 93% de las niñas finaliza la Primaria frente al 27% que lo logró en el año 2000. En las aulas del colegio católico de Getema, hay casi mismo número de chicos y chicas.Lola HierroLaila, de 10 años, no va al colegio. Acude a diario a un programa de alimentación para niños desnutridos en la localidad de Zway, donde ayuda a su madre con el cuidado de sus tres hermanos pequeños. Cuando puede, realiza tareas escolares que le mandan los voluntarios del centro, pero la mayor parte de su tiempo lo dedica a atender a su familia.Lola HierroEl abandono escolar se produce, sobre todo, a partir de la escuela secundaria: un 65% de las adolescentes no finaliza sus estudios, según datos del Ministerio de Educación etíope correspondientes a 2012. Un 53% de las jóvenes entre 15 y 24 años son analfabetas, denuncia la ONG Plan Internacional. La organización británica Girl Hub Ethiopia estimó en un informe que si todas las niñas que dejaron la escuela hubieran podido finalizarla, habrían aportado a la economía de su país unos 4.000 millones de dólares (unos 3.289 millones de euros)Lola HierroMillones de mujeres de todas las edades recorren a diario los polvorientos caminos del país con pesadas cargas a sus espaldas incluso cuando están embarazadas. Llevan agua, leña, productos para vender en el mercado o a sus propios hijos cuando son demasiado pequeños para caminar. "Empiezan con siete años o menos, y llegan a transportar hasta 25 litros de agua", asegura Geleta.Lola HierroDiditu Bulki tiene 15 años pero sus manos parecen las de un labriego de 40. Ella pertenece a una aldea a tres horas de camino del mercado de Getema, el pueblo donde vende cada sábado las jarritas que ella misma fabrica durante el resto de la semana. Dejó los estudios a los 10 años y le gustaría volver a la escuela pero, tal y como es su vida ahora, no confía en cumplir ese sueño.Lola HierroBraane Negara fue secuestrada con 16 años por un desconocido que la obligó a casarse con él. Ahora, con 28, le ha dado seis hijos y asegura que le ha perdonado y que se quieren. Los secuestros de novias es una de las lacras en Etiopía; la ONU estima que un 69% de los matrimonios comenzaron así.Lola HierroEn las ciudades es fácil ver a las niñas acudiendo a la escuela vestidas con sus uniformes y cargadas con mochilas llenas de libros de texto y cuadernos. El 78% de las mayores de 15 años se ha incorporado al mercado laboral y cada vez se cuentan más mujeres en el poder , pero aunque la mitad de los 94 millones de habitantes de Etiopía son mujeres, solo 153 de los 547 asientos del parlamento (un 28%) están ocupados por ellas.Lola Hierro"Cuando una mujer aprende a firmar, es noticia en todo el pueblo. Si tuvieran periódico, lo sacarían en la portada, para ellas es un orgullo poner su nombre en el papel en vez de su huella dactilar", asegura la misionera María Solís, cuyo programa de igualdad de género, financiado por Manos Unidas, ya ha beneficiado a 3.500 mujeres.Lola HierroLa semilla del cambio se encuentra a veces en los lugares más remotos de Etiopía. Shumate tiene 24 años y pertenece a la etnia gumuz, una de las más desconocidas del país. Vive en Badessa, una minúscula aldea de no más de 20 cabañas escondida de camino a la frontera con Sudán. Dejó los estudios de niña para ayudar a su madre con las tareas domésticas, pero ella, que participa en los programas de igualdad de género de la hermana Solís, tiene muy claro que sus dos hijas llevarán una vida muy distinta a la suya. "Irán al colegio hasta que acaben secundaria y luego decidirán si quieren casarse, ir a la universidad o las dos cosas", afirma.Lola HierroLos avances de la mujer se ven también en los pequeños detalles. Dicen que en el pasado solo los hombres ancianos podían reunirse bajo un árbol. En Jimate, las mujeres que participan en los programas de igualdad de género realizan sus asambleas al aire libre.Lola Hierro"Es muy importante que nosotros entendamos y contribuyamos al cambio porque, por mucho que las mujeres luchen, si los hombres no nos ponemos de su lado, no las dejaremos avanzar". Así lo cree Endale Geleta, que confía en que las nuevas generaciones de etíopes, que ahora son aún niños, entiendan que las mujeres tienen los mismos derechos que ellos.Lola Hierro