7 fotosNo hay parques sin pueblosSurvival International reivindica la importancia de los pueblos indígenas para conservar los parajes naturales que habitan 04 dic 2014 - 17:11CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceMuthamma, jenu kuruba, India: "Nuestra relación con el bosque es como la de un niño con su madre. Los grupos medioambientalistas occidentales no pueden entenderlo". La industria de la conservación a menudo hace referencia a “tierras vírgenes”, pero el concepto es esencialmente erróneo. Casi todas las zonas de conservación son, de hecho, las tierras ancestrales de pueblos indígenas que han gestionado su entorno durante generaciones. Lejos de estar desprovistas de influencia humana, incluso las regiones 'vírgenes' más conocidas del mundo, como Yosemite, Yellowstone o el Serengueti, eran el hogar de pueblos indígenas, quienes fueron expulsados de forma violenta cuando sus tierras se convirtieron en parques nacionales. Ahora estas áreas están orientadas al turismo y toda la industria relacionada. Este patrón se sigue repitiendo actualmente. Un 80% de las áreas más biodiversas de la Tierra son el hogar de pueblos indígenas y tribales. Imágenes satelitales de la Amazonia y otras zonas muestran claramente cómo las áreas indígenas siguen siendo las más frondosas.SURVIVAL INTERNATIONAL (© www.survival.es)Stephen Corry, director de Survival International: "Para que la conservación funcione, las organizaciones conservacionistas tienen que ajustarse al derecho internacional y proteger los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras. Se requiere con urgencia un cambio esencial en el modelo de conservación vigente". Desde su origen, la “conservación” se ha posicionado en contra de los pueblos indígenas, principalmente mediante la usurpación de sus tierras y la prohibición de sus actividades de subsistencia. Aunque sobre papel muchas organizaciones conservacionistas han adoptado “políticas amigables con los indígenas”, en la práctica rara vez reflejan la realidad sobre terreno donde la conservación continúa siendo responsable de serias violaciones de derechos humanos. Existe una brecha entre la benevolente imagen con la que se presenta la conservación en los países industrializados y cómo se la percibe sobre terreno, donde a menudo se la considera como otra forma de colonialismo que obtiene beneficios del robo de tierras, del turismo invasivo o de la caza de trofeos.SURVIVAL INTERNATIONAL (© www.survival.es)Dauqoo Xuquri, bosquimano, Botsuana: "Me siento y observo el campo. Dondequiera que haya bosquimanos, hay animales para cazar. ¿Por qué? Porque sabemos cómo cuidar de los animales". Tras el hallazgo de diamantes en la Reserva de Caza del Kalahari Central, el Gobierno de Botsuana forzó la expulsión ilegal de los bosquimanos. Durante años aseguró que venía motivada por la conservación y que no tenía que ver con la minería. Sin embargo en 2014 una mina de diamantes se abrió en la reserva. Aunque los bosquimanos ganaron una histórica batalla judicial para regresar a su tierra, el presidente ha impuesto en contra de la Constitución una prohibición de caza a nivel nacional, de la que quedan exentas las haciendas privadas de caza; las organizaciones conservacionistas internacionales elogiaron la medida. Ahora los cazadores bosquimanos son forzados a salir de su tierra para evitar pasar hambre, dado que cuando cazan para alimentarse se los acusa de “furtivos” y se enfrentan a arrestos, palizas y torturas mientras se fomenta la caza mayor entre los que pagan por ella.SURVIVAL INTERNATIONAL (© www.survival.es)En el sudeste de Camerún los 'pigmeos' bakas están siendo expulsados de sus bosques ancestrales en nombre de la 'conservación'. Gran parte de sus tierras se han convertido en 'áreas protegidas', a las que tienen escaso o ningún acceso. Se los criminaliza por cazar para alimentarse. Los guardabosques y los soldados que los acompañan en patrullas a menudo acosan, extorsionan e incluso torturan a los bakas y a sus vecinos. El Gobierno de Camerún depende de poderosas organizaciones conservacionistas, como WWF, para aprovisionar y financiar estas patrullas antifurtivos. "Si WWF no puede garantizar que la financiación que proporciona a las patrullas antifurtivos no están dañando a las personas, debe detener esa parte de su programa. Para que la conservación de los bosques de los bakas funcione de veras, WWF debe ayudar a proteger los derechos territoriales de este pueblo indígena y respetar su experiencia", dice Stephen Corry, director de Survival International.Selcen Kucukustel (Atlas)Sakru Dhurwey, hombre baiga, India: "Antes, todo era bosque tropical. Nosotros éramos el bosque, el bosque nos lo daba todo. Éramos felices". Pueblos tribales por toda la India están siendo expulsados ilegalmente de sus tierras en nombre de la conservación de tigres. Se les promete tierra alternativa, casas y dinero, pero por lo general es poco o nada lo que reciben, y terminan viviendo bajo lonas de plástico en condiciones de miseria absoluta junto a los límites del que fuera su territorio. Mientras que a ellos se les prohíbe el acceso a su tierra, presencian cómo los vehículos turísticos la atraviesan en busca de tigres y cómo se construyen nuevos hoteles en los mismos territorios de los que han sido expulsados. No existen evidencias de que la expulsión de pueblos tribales de sus tierras proteja a los tigres: de hecho, lo más probable es que les perjudique. Lejos de matar tigres, estos pueblos a menudo los veneran. Incluso hay pruebas que apuntan a que en regiones cuyos habitantes originarios no han sido expulsados la población de tigres es mayor.SURVIVAL INTERNATIONAL (© www.survival.es)Sukdev Dhurvey, baiga, India: "Dadnos de comer algo venenoso (...) acabad con nosotros aquí. Eso está bien. Pero no nos arranquéis de este lugar. El bosque está aquí solo por nosotros. Si nos vamos, veréis (...) después de algún tiempo no quedará nada". Un 20% de toda la Amazonia brasileña está bajo el control y adecuado cuidado de pueblos indígenas. Las imágenes satelitales ofrecen evidencias sorprendentes: en muchos casos los territorios indígenas están claramente definidos por la deforestación, que se detiene justo en sus límites. Un claro ejemplo lo vemos en el parque indígena Xingú, en Brasil, donde habitan varios pueblos indígenas. Como se aprecia en el gráfico, este territorio proporciona una barrera vital contra la deforestación en la Amazonia brasileña. Numerosos estudios ponen de manifiesto tasas de deforestación y de incendios forestales reducidas en tierras indígenas. Estas son evidencias convincentes de que los pueblos indígenas, por lo general, gestionan sus tierras idóneamente. Deben hacerlo, ya que dependen de ellas para vivir y prosperar.© ISA (Instituto Socioambiental)Comunicado de delegados indígenas, Congreso Mundial de Parques, 2003: "Primero fuimos desposeídos en nombre de reyes y emperadores, después en nombre del estado de desarrollo, y ahora en nombre de la conservación". La conservación puede, y debe, hacerse de forma diferente. Debe reconocer que los pueblos indígenas y tribales son los mejores conservacionistas y debe promover, en vez de debilitar, sus derechos territoriales. Las organizaciones conservacionistas deben replantearse nuevamente el modelo de conservación para ver si empieza a funcionar del modo en que debería hacerlo. Deben ajustarse al derecho internacional, proteger los derechos de los pueblos indígenas y tribales a sus tierras y preguntarles qué tipo de ayuda necesitan para proteger sus territorios; escucharlos y estar dispuestas a respaldarlos tanto como sea posible. Existen varios proyectos a pequeña escala en todo el mundo que intentan trabajar de este modo. Pero no son en absoluto suficientes; se requiere con urgencia un cambio radical en el modelo de conservación vigente. No hay parques sin pueblos.SURVIVAL INTERNATIONAL (© www.survival.es)