9 fotosA la espera de la paz en República CentroafricanaNaciones Unidas acaba de iniciar su misión en el país para restablecer la normalidad. Así viven los refugiados de la guerra Madrid - 16 sept 2014 - 20:19CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceUnas 700 personas continúan desplazadas en la mezquita central de Bangui. Tuvieron que abandonar sus casas tras los episodios de violencia que sufrió el país en diciembre de 2013.Sylvain Cherkaoui (Cosmos for Save The ChildrenThe Children)Bienvenu, de siete años, y su hermano Dieu Puissant han estado al cuidado con su tía desde que su madre dejó a su padre, cuando eran muy pequeños. El padre murió en un ataque cuando toda la familia tuvo que huir al monte para evitar el conflicto.Sylvain Cherkaoui (Cosmos for Save The Children)Makoundi tiene 12 años y su padre es jefe en un distrito de la ciudad. Tuvo que dejar su hogar junto a su madre y su hermano a causa de la guerra. Otro de sus hermanos, el mayor, de 17 años, murió defenciendo el vecindario de los ataques. El padre de Makoundi, que era un líder de opinión antes de la crisis, ha podido permanecer en casa, pero se le ha prohibido visitar a su familia en la mezquita.Sylvain Cherkaoui (Cosmos for Save The Children)Adolescentes juegan al fútbol en Kaga Bandoro, una ciudad a 350 kilómetros de la capital centroafricana. Al fondo se puede ver la escuela de primaria, cuyo tejado e interior fueron destruidos durante un combate reciente. Es lo mismo que les ha ocurrido a muchos colegios del país, que han quedado inoperativas.Sylvain Cherkaoui (Cosmos for Save The Children)Jeremy y su hijo pequeño, Brian, que sufre malnutrición, fueron transferidos por Save The Children a un hospital a 90 kilómetros de su pueblo el pasado 10 de septiembre. Jeremy, su mujer y sus cinco hijos huyeron al campo, donde estuvieron viviendo durante cuatro meses.Sylvain Cherkaoui (Cosmos for Save The Children)Kristelle, de 10 años, ha vivido en el campo de refugiados durante seis meses, desde que ella, su madre y cinco hermanastros mayores abandonaron sus casa. Ocurrió cuando su padrastro fue capturado por hombres armados de la coalición Séléka, que lo acusaban de traición.Sylvain Cherkaoui (Cosmos for Save The Children)Alrededor de 200 antiguos miembros de la coalicción Séléka con parientes en Kaga Bandoro o las localidades vecinas, como Giselle y su hijo Ronny, llegaron al refugio tras un viaje de dos días en camión desde Bangui, la capital. Como ella, muchas madres han sido atacadas por estar casadas con miembros de los rebeldes. Ahora están a salvo, pero casi sin pertenencias. Su marido ni siquiera sabe dónde están.Sylvain Cherkaoui (Cosmos for Save The Children)Vista del campo de refugiados de Eveche, en Kaga-Bandoro (República Centroafricana). Es el mayor de la zona.Sylvain Cherkaoui (Cosmos for Save The Children)Cristianos y musulmanes se manifiestan en las calles del área PK5 de Bangui para pedir la reconciliación entre las dos comunidades.Sylvain Cherkaoui (Cosmos for Save The Children)