14 fotosViaje a la génesis de la creación literariaPaso a paso por los vericuetos de la industria editorial desde el sitio donde escribe el autor, pasando por el editor, hasta llegar a las librerías y el lector Winston Manrique SabogalMadrid - 02 jun 2014 - 07:28CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEn la casa de Soledad Puértolas (Zaragoza, 1947), en Pozuelo de Alarcón, en Madrid, un florero pequeñito con geranios rojos está al borde de un escritorio de madera. A su alrededor libros, libretas y otros objetos. La autora escribe en su ordenador portátil, por las mañanas, escoltada por una biblioteca, cuyas baldas están ceradas por fotos, más fotos y todo un popurrí de recuerdos. Es un despacho alargado que en realidad empieza a su izquierda en un pequeño salón inundado por la claridad del lucernario y la ventana que da al antejardín. Es el rincón de lectura con un sillón rodeado de más libros y ocho macetas entre las que destacan dos alegres culantrillos. Aquí ha escrito libros como 'El bandido doblemente armado', 'Burdeos', 'Todos mienten', 'Queda la noche',' La vida oculta', 'Si al atardecer llegara el mensajero', 'La vida inesperada', 'La señora Berg' y 'Mi amor en vano' (todos en Anagrama); y también escribió su discurso de ingreso a la Academia de la Lengua en 2012.Carlos RosilloEduardo Mendoza con su editora Elena Ramírez, de Seix Barral.Carlos RosilloSoledad Puértolas con una correctora de textos de la editorial Siruela, en Madrid.Carlos RosilloSoledad Puértolas (izquierda) con Teresa Tellechea, editora del Grupo SM, en Madrid.Carlos Rosillo (EL PAÍS)Eduardo Mendoza con Xavier Ferràs Rius, jefe de Producción de Bookprint.Carlos RosilloEduardo Mendoza recorre con Claudio López de Lamadrid, director editorial de Penguin Random House, algunos departamentos del grupo editorial. En el salón-comedor hay una biblioteca con puertas correderas de cristal con ejemplares de títulos históricos de los sellos de PRH. De Lamadrid le cuenta a Mendoza lo que se hace en las “convenciones” que organizan las editoriales para la gente de marketing y de la red comercial: los editores enseñan los libros, hablan del argumento y del tema o de la historia del autor o la escritura de la obra y cómo se adquirió. La gente pregunta, sugiere, pide más información e, incluso, expresa su desacuerdo; al fin y al cabo son ellos, por ejemplo, quienes tratan con los libreros para “venderles” la obra. Saben qué puede o no tener acogida.Carlos RosilloSoledad Puértolas con Miguel García en Machado Grupo Distribución.Carlos RosilloEduardo Mendoza con Jorge Herralde, editor de Anagrama.Carlos RosilloDe izquierda a derecha: Helena Palacios, Soledad Puértolas y Ofelia Grande, de editorial Siruela.Carlos RosilloEduardo Mendoza (derecha) con Luis Morral, de la Librería Laie, en Barcelona.Carlos RosilloEduardo Mendoza (derecha) con Antonio Ramírez de la librería La Central con sedes en Barcelona y Madrid.Carlos RosilloSoledad Puértolas en el café Gijón, de Madrid.Carlos RosilloSoledad Puértolas frente a la Biblioteca Nacional.Carlos RosilloEn España se imprimen 81.000 títulos al año, es decir, una media de 221 cada día. El objetivo es que cada vez lea más gente. Hoy, el 63% de los españoles dice leer al menos un libro al año, mientras en la Unión Europea esa cifra es del 72%. El mundo del libro está esperanzado en que la Feria del Libro de Madrid, una vez más, ayude a amortiguar la caída de ventas que desde 2008 ya es del 40%. Todos los protagonistas de la génesis del libro piden que se mejoren, actualicen e intensifiquen el fomento y la promoción de la lectura.Julián Rojas