La polémica principesca se cuela en la apertura del Festival de Cannes
Los Grimaldi no asistirán al estreno de ‘Grace de Mónaco’ el 14 de mayo
La familia real de Mónaco no acudirá al estreno mundial de la película Grace de Monaco, que tendrá lugar en el Festival de Cannes durante la sesión inaugural, el próximo 14 de mayo. Lo cierto es que su decisión no puede causar mucha sorpresa: lo que supone es alargar la distancia que ya tomó en su día el Principado cuando supo de los primeros detalles de la película. En ella se relata la vida de casada de la actriz estadounidense Grace Kelly y el príncipe Raniero de Mónaco, con sus desavenencias y con el telón de fondo de la tensión política entre el principado y la Francia de los años sesenta, durante el mandato del general Charles de Gaulle.
El filme, del realizador francés Olivier Dahan, cuenta con Nicole Kidman y Tim Roth como protagonistas, y en ella intervienen también Frank Langella, Derek Jacobi, Parker Posey y Paz Vega (en el papel de la cantante de ópera María Callas). Pero lejos de centrarse en el glamour que acaparó las portadas de la prensa rosa en los años setenta y ochenta, deja en evidencia las dificultades que tuvo que enfrentar la que fuera musa de Alfred Hitchcock para adaptarse a la idiosincrasia de un principado europeo y las renuncias, tanto en su vida personal y como en la profesional, que decidió asumir. Entre otros detalles, se incluyen las dudas que tuvo Kelly ante la oferta que le hizo Hitchcock para interpretar el papel protagonista de la película Marnie, la ladrona (que más tarde aceptó Tippi Hedren) y las supuestas intenciones de la princesa de exigir el divorcio a Raniero.
Otro factor que sin duda ha contribuido a que la película no sea bien recibida en la familia que preside el príncipe Alberto es su contexto histórico. El guion de Arash Amel tiene como telón de fondo, no solo el retrato psicológico de un matrimonio que se presenta como fracasado, sino la crisis política que generaron las luchas de poder en el principado, el temor de Raniero III a verlo convertido en un protectorado francés, el estatuto fiscal de Mónaco y el hartazgo del general De Gaulle, que le llevaría a amenazar con la anexión de su territorio.
Todo ello hizo que la casa de los Grimaldi difundiera un comunicado en el que afirmaba categóricamente que la película "no constituye, de ninguna manera, un biopic", tras ver rechazadas sus exigencias de cambios en el guion.
La película ha sufrido varios contratiempos, desde su concepción hasta su distribución. Uno de ellos ha sido el montaje alternativo que la distribuidora estadounidense, The Weinstein Company, impuso al director para su exhibición en EE UU, y del que Dahan se desmarcó públicamente con una referencia escatológica. Sus divergencias de criterio tuvieron como consecuencia la postergación sucesiva de las fechas de exhibición de la película.
En la organización del Festival de Cannes no aportan ningún dato sobre las celebridades que harán acto de presencia (o ausencia) en la proyección, y se limitan a confirmar lo que ya se sabía desde enero: que la película tendrá el honor de abrir el certamen el 14 de mayo, coincidiendo con su llegada a los cines de Francia.
Se da la circunstancia de que la actriz elegida por el director para el doblaje al francés –lengua oficial de Mónaco– de Nicole Kidman no es otra que Julie Gayet, cuya faceta cinematográfica pasó recientemente a segundo plano (pese a su nominación a los César de la academia de cine francesa) por su relación con el presidente François Hollande. Así figura en la página web del estudio de doblaje Alter Ego. Es la primera vez que Gayet presta su voz y su interpretación a otra actriz.
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