14 fotosAquí se puede consumirVisita a una narcosala de Berlín donde los adictos pueden inyectarse o fumar estupefacientes en un ambiente aséptico, con jeringas limpias y bajo la supervisión de asistentes sociales y personal médico 02 mar 2014 - 02:10CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEn la sala prevista para las inyecciones, los consumidores encuentran lo que necesitan para inyectarse. Cucharas limpias para calentar las substancias estupefacientes, algodon, garzas...SANTIAGO PÉREZEl Birkenstube funciona también como cafetería. El café cuesta 50 céntimos, un plato de comida caliente dos euro, la leche con cereales sale a un euro y las frutas son gratis. Una jeringa limpia cuesta cincuenta céntimos y también se puede pedir en la barra.SANTIAGO PÉREZUn obrero de construcción ucraniano accede a ser fotografíado antes de inyectarse heroína.SANTIAGO PÉREZCris se inyectó un coctél de cocaína y heroína.SANTIAGO PÉREZEn la habitación de las inyecciones la campana sirve para alertar en caso de sobredósis. El enfermero que supervisa esta sala la hace sonar para pedir socorro. El tubo de oxígeno sirve para una rápida intervención en estos casos.SANTIAGO PÉREZGlenn está bajo un programa de metadona. Frecuenta el Birkenstube porque encuentra personas conocidas, pero asegura que no se inyecta ninguna substancia.SANTIAGO PÉREZLa habitación de las inyecciones se comunica através de una ventana con la del humo.SANTIAGO PÉREZUn consumidor fuma heroína. Explica: “Un gramo en Berlín cuesta diez euros. Te lo venden en pequeñas bolas y se encuentra en las mayores estaciones de metro. Pero lo que se encuentra ahora por Berlín da asco”.SANTIAGO PÉREZA la habitación del humo pueden acceder como máximo tres personas a la vez. A veces se forman colas afuera.SANTIAGO PÉREZEl papel aluminio y los mecheros para consumir heroína se pueden pedir en la barra.SANTIAGO PÉREZUna joven consumidora acaba de inyectarse heroína.SANTIAGO PÉREZUwe tiene 43 años, empezó a tomar drogas con 20 porque su novia lo hacía. En los 90 falleció su padre, un acontecimiento que él considera decisivo para explicar su adicción. Habla abiertamente de su problema porque considera que su experiencia es relevante y puede ayudar a otros.SANTIAGO PÉREZUwe pide cereales en la barra después de inyectarse.SANTIAGO PÉREZA la habitación de las inyecciones pueden acceder cuatro personas a la vez.SANTIAGO PÉREZ