11 fotosAsí son los protagonistas de la travesíaDetrás de cada viaje hay una vida. Muchos subsaharianos intentan una y otra vez cruzar África; algunos lo llegaron a conseguir un día y les devolvieron a su país. Para otros es su primera vez. Y todos van contando detalles de su aventura José NaranjoNiamey - 16 ene 2014 - 13:52CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceOusmane Goro, nacido en Bamako en 1983. Después de varios meses estancado en Niamey. Las autoridades nigerinas están más duras con el fenómeno migratorio a raíz de la muerte de 92 emigrantes en el desierto en octubre del 2013. Algunos miembros de su familia han llegado hasta Europa y su sueño es reunirse con ellos. Ha conseguido dinero de sus padres y está a la espera para dar el salto al desierto. Quiere viajar acompañado y quiere montar un grupo para salir de Niamey.Alfredo CálizOusmane Diarra es uno de los fundadores de la Asociación Maliense de expulsados que ha sido la primera asociación creada en Africa por emigrantes.Alfredo CálizSamakoun Dembele. 33 años. Salió de la región de Kayes en Mali en 2004. Cruzó el desierto ocho veces. Dos de ellas llegó al CETI de Almería y otra al Sur de Italia. Pasó ocho meses en las cárceles de Libia. Un veterano de la ruta.Alfredo CálizMadame Nathalie Miambéle. Una mujer emprendedora que montó un pequeño negocio de restaurante frente a la estación de autobuses Sonef. Sus especialidades son el arroz cantonés con pez capitán, brochetas y Méchoui. Tiene dos empleadas y un guardian. Muchos días da de comer a los jóvenes emigrantes que pululan por la zona. “La situación de estos muchachos es dura, no puedo dejar de hacerlo”.Alfredo CálizSylvain Coulibaly travelling to Gao. Es vicepresidente de la juventud cristiana en Gao. Trabaja con emigrantes de paso. Ahora la casa del emigrante está cerrada, el padre no ha vuelto después de la guerra.Alfredo CálizAbdul Sisse. 16 años.Viaja A Gao para estudiar formación profesional.Alfredo CálizFernando Cava tiene 29 años y es de Guinea Bissau. Tardó una semana en viajar desde allí. Pasó por Senegal, Mali, Burkina hasta llegar a Niamey, donde lleva dos meses. Necesita trabajar para continuar el viaje. Ha pintado cinco casas y trabajado de jardinero, pero el dinero no le da para ir a Agadez. Duerme en una caseta de chapa, en la foto, donde paga seis euros a la semana por dormir.Alfredo CálizPrince Massaquio tiene 25 años y es de Liberia. Fue niño soldado en Monrovia, luego salto a la guerra de Sierra Leona, donde continuó luchando. Vivió tres años en un campo de refugiados en Guinea Conakry. Llegó a Malí en el 2001. Viajó hasta Argelia, cruzó el desierto y llegó hasta Ouxda, en Marruecos. Fue devuelto después de tres meses en la cárcel en Argelia. Ahora vive en Niamey, en el barrio de Gam Kale, el gueto liberiano de la capital nigerina.Alfredo CálizJenifer Yamodu, de 31 años, a la izquierda, huyó de República Centroafricana en Marzo 2013, cuando los rebeldes de Seleka se hicieron con el poder. Caminó dos semanas con su hijo de cinco años hasta la frontera de Camerún. Cruzó a Nigeria y de allí a Niamey donde fue acogida por una monja. Su hija Frutile, a la derecha, quedó en Banguí donde fue violada por los rebeldes y quedó embarazada. Con la ayuda de la iglesia católica Jenifer ha podido llevarla hasta Niamey.Alfredo CálizSaliou Jone es de la región de Casamance en Senegal. Vive en un contenedor de chapa frente a la estación de autobuses de Sonef. Busca trabajo para continuar su viaje. El cierre del viaje por mar en cayuco en el año 2009 obliga a los senegaleses a hacer un largo trayecto por tierra. Saliou tiene un par de euros en el bolsillo, no parece que haya hoy muchas posibilidades de trabajar.Abubakar Yatta, gambiano de 22 años. Prepara el té con parsimonia. Tiene todo el tiempo del mundo. Tomó un autobús en Kaolak, Senagal, que le trajo hasta Niamey donde lleva varado tres meses. Busca trabajo de albañil en las obras de la capital, pero sabe que le va a costar trabajo reunir el dinero para continuar. El siguiente paso en Agadez. No necesita más de 50 euros y allí ya verá. Su sueño es llegar hasta Italia y no le preocupa lo demás.Alfredo Cáliz