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EL ACENTO
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El flamenco, en el diccionario

La Real Academia Española aprueba incluir el significado de muchos términos relacionados con el arte ‘jondo’

SOLEDAD CALÉS

No se hagan muchas ilusiones. No vayan a creer que por el hecho de que esta pieza sostenga que el flamenco entra en el diccionario, se podrá entender de un día para otro lo que dicen los cantaores en esos cantes salpicados de quejíos. No, usted seguirá comprendiendo lo que significan los ayes —ese infinito dolor o, bueno, esa radical alegría, según les dé— y poca cosa más. De acuerdo, en ese garrotín parece que están hablando de unos ojos y en aquellos tangos se podría defender que han dicho algo de “que me lleven contigo”. Pero luego la voz se ha quebrado, ha soltado la tempestad que lleva dentro, lo ha arrastrado todo, y de la letra, de lo que dice —palabra a palabra— la letra, nada de nada.

El flamenco es así. Importa infinitamente más el ruido y la furia que le pone el cantaor a su historia que la propia historia en sí misma. Ay. Olé. Tirititran tran tran. Se ha producido, sin embargo, un notable progreso. Desde la próxima edición del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), que aparecerá en 2014, se incluirán en sus páginas muchos palos flamencos que hasta ahora no aparecían.

Si en este momento quiere usted saber de qué va la toná, pues lo va a tener muy difícil. No existe el término en el diccionario. Tampoco encontrará nada si se interesa por lo que son las trilleras. Nada se dice de la bambera, la bandolá, el mirabrás, ni siquiera se define la seguiriya. Antonio Rodríguez Almodóvar, escritor y doctor en Filología Moderna, ha sido el responsable de la iniciativa. Llamó la atención sobre tan notables ausencias y, en el pleno que celebró la Academia el pasado 31 de enero, se aprobó, según una nota interna, “la incorporación de varios significados relativos a los palos del flamenco que, efectivamente, faltaban en el repertorio del diccionario”.

Enhorabuena. Dentro de poco sabremos más de qué va cada palo por el DRAE. Incluso se añadirán los significados flamencos a palabras que ya formaban parte del diccionario, y que habían llegado por otra procedencia. El tango ya no será solo un baile rioplatense; se explicará que también es un palo del flamenco. Seguirá siendo inútil traducir el significado de Tititran tran tran. Si no lo entiende es que el flamenco no le ha llegado nunca. Y eso no lo arregla el DRAE.

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