Israel y Gaza
Ayer se publicaba en su sección de Opinión un artículo de David Harris titulado La historia es importante, con una tesis extraordinariamente sesgada, a mi entender. Esto es: Gaza se ha radicalizado por mor de la actitud terrorista de Hamás. Creo que es un análisis un poco simple de un conflicto que es bastante más complejo.
Para el señor Harris no es relevante el bloqueo continuo de la Franja de Gaza, los asesinatos selectivos (¿terrorismo de Estado?) y las continuas humillaciones y arbitrariedades a que se somete a los habitantes de la Franja cada vez que se acercan a un paso fronterizo. Arbitrariedades que también existen en Cisjordania, donde Hamás no tiene el control. A recordar el muro de separación trazado sin ninguna lógica geográfica, asentamientos ilegales, incautación de tierras, desplazamientos forzados de población, etcétera.
Hasta el animal más dócil si se le hostiga y se le acorrala puede reaccionar atacando. No seré yo quien defienda las acciones de Hamás, pero sí quiero recordar que este partido, con amplio respaldo democrático, acepta el Estado de Israel. Lo que rechaza es el Estado judío de Israel, basado en nostálgicos e ilógicos argumentos bíblicos.
Sospechosamente, este conflicto resurge unos días previos a la votación que en la ONU decidirá si se le concede a Palestina estatus de país observador. ¿Por qué tiene miedo Israel a que la voz de Palestina pueda ser escuchada en este organismo mundial?
Otra observación. Los países occidentales, hijos de la Ilustración y por tanto defendiendo la separación de Iglesia y Estado, parecen condicionados a apoyar un Estado cuasi-teocrático, como el que se está desarrollando en Israel. A lo largo de la historia los fundamentalismos religiosos han sido una causa de los conflictos bélicos. ¿No deberíamos en el siglo XXI analizar la situación Israel-Palestina en base a los principios del Derecho Internacional?— José María Reyes Díaz.
