_
_
_
_
_

En carretera, a 90 kilómetros por hora

El director general de Tráfico propone reducir el límite de velocidad en las vías convencionales

En carreteras convencionales, a una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora. El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha adelantado hoy en una entrevista concedida a Efe que va a proponer la reducción del límite de velocidad en este tipo de vías, que son las que tienen un solo carril por sentido. De 100 kilómetros por hora, que es el límite genérico vigente, a 90, con independencia de la anchura del arcén. Las carreteras convencionales son el escenario del 75% de los accidentes mortales de tráfico; de los 1730 fallecidos en 2010, 1331 perdieron la vida en una vía de este tipo.

Además de recordar la alta siniestralidad en carretera convencional, Navarro ha defendido la idea con dos argumentos. El primero, hacer la norma "más sencilla y comprensible" para los conductores, puesto que hasta ahora el límite de velocidad en la mayoría de las carreteras convencionales, 100 kilómetros por hora, se rebaja a 90 en aquellas con un arcén con anchura inferior a 1,5 metros. La segunda, armonizar los límites con la mayoría de los países europeos.

Más información
Otro accidente eleva a cinco los fallecidos en Los Palacios en solo dos días
Julio termina con un inapreciable descenso de las muertes en carretera
La operación salida de agosto se cierra con 23 fallecidos
"No sé qué más podemos hacer para reducir las víctimas"
Con reducir la velocidad no basta
Alternativas a la reducción: mejorar las carreteras

La DGT confía en aprobar la iniciativa antes del final de la legislatura. Si la propuesta prospera, será aprobada de forma similar a la reducción a 110 kilómetros por hora en autovía, que entró en vigor el pasado marzo mediante una reforma del Reglamento de Circulación. Navarro ha subrayado que en esta ocasión no se instalarán nuevas señales, sino que bastará con retirar las de 100 kilómetros por hora existentes, y situar el límite genérico para vía convencional en 90. "Colocaremos grandes carteles al inicio de las carreteras", ha avanzado.

Las víctimas de tráfico, generalmente a favor de la reducción de la velocidad, han expresado su apoyo a la medida. "Nos parece muy bien homogeneizar las velocidades", ha asegurado Francisco Canes, presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes de Tráfico (DIA). Según Canes, que el límite máximo de una carretera secundaria sea 90 o 100 kilómetros por hora en función del tamaño del arcén confunde al conductor y perjudica a la seguridad vial.

Las asociaciones de conductores, en cambio, han criticado que los problemas del tráfico se aborden siempre con delimitaciones de velocidad que ponen en el punto de mira a los conductores. "Las carreteras secundarias tienen características especiales como la falta de sistemas de protección, el mal mantenimiento o señales que no están a la vista", ha recordado Antonio Lucas, coordinador de seguridad vial del Real Automóvil Club de España (RACE). Para el club de automovilistas, si se invirtiera en "iluminación, en mantenimiento, e incluso en radares que obliguen a los conductores a respetar los límites", se reduciría la siniestralidad. Lucas ha propuesto que las carreteras secundarias sean "intervenidas". "La prueba la tenemos con la 'carretera de la muerte de Madrid'; intervino la Comunidad y se redujeron los siniestros", ha apuntado.

No a la vuelta a los 110 kilómetros por hora

El director general de Tráfico ha descartado reducir nuevamente la velocidad máxima en autopista y autovía, y ha recordado que el límite de 110 kilómetros por hora fue una "medida excepcional" justificada por motivos de ahorro energético. "120 es la velocidad que en toda Europa se considera el equilibrio entre unas buenas infraestructuras, unos coches seguros y las necesidades de la velocidad vial. Con 120 venimos consiguiendo unos buenos resultados y nos sentimos cómodos", ha resaltado al referirse a la medida, que suscitó una notable polémica en su momento. Sin embargo, Navarro ha reconocido que el restablecimiento del límite ha podido tener alguna "incidencia no significativa" en el número de fallecidos en el mes de julio (173), uno menos que el número registrado en el mismo mes del año pasado.

Pese al estancamiento de la cifra de julio, el responsable de tráfico confía en que 2011 pueda terminar como el octavo ejercicio consecutivo con una reducción del número de fallecidos. A 31 de julio, la cifra de fallecidos en carretera en 2011 ascendía a 837 personas, 96 menos que las víctimas mortales registradas a 31 de julio de 2010. El descenso porcentual en el acumulado de los datos de 2011 es del 10,29%. Navarro ha citado el "esfuerzo de todos" y medidas como el carné por puntos o la reforma del Código Penal como los motivos detrás de esta reducción. Y con respecto al anuncio del fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, de que perseguirá de oficio a los conductores responsables por imprudencia grave de accidentes mortales, Navarro se ha mostrado sorprendido por la novedad de la propuesta. "Probablemente la pregunta sea: ¿Por qué no se ha hecho hasta ahora?"

El director general de Tráfico, Pere Navarro
El director general de Tráfico, Pere NavarroCRISTÓBAL MANUEL

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_