Suspendido el juicio por la muerte de un nigeriano mientras era deportado para verificar su identidad
El tribunal también cuestiona la legalidad de la acusación particular que ejerce un hermano de la víctima
El tribunal ha acordado está mañana suspender la vista oral por la muerte de un súbdito nigeriano que falleció cuando era deportado a su país de origen en avión en el trayecto entre Madrid y Alicante. La sala, la sección séptima de la Audiencia de Alicante, con sede en Elche, a petición de las defensas, ha ordenado nuevos informes periciales para verificar la identidad del fallecido, Osamuyi Aikpitanyi, de 23 años, cuyo pasaporte era falso.
En paralelo, el tribunal también ha exigido a la acusación particular que acredite que la persona que la ejerce, un hermano del fallecido, guarda realmente ese parentesco con la víctima.
Por estos hechos, ocurridos el 9 de junio de 2007, están procesados los dos policías (agentes de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional de Madrid) que custodiaban al ciudadano nigeriano. El fiscal les imputa un delito de homicidio por imprudencia y solicita tres años de cárcel. Mientras, la acusación particular eleva la pena a cuatro años y pide una indemnización de 180.000 euros.
Los agentes, para inmovilizar al deportado, le colocaron cinta adhesiva en los brazos, piernas y boca. La autopsia reveló que Osamuy falleció "asfixiado por sofocación".
El tribunal también anunció que, en el supuesto de que los nuevos informes periciales no aclaren ni la identidad de la víctima ni el grado parentesco del acusador particular, se recurrirá a la prueba del ADN para despejar cualquier duda. El abogado de la acusación particular expresó su protesta por la suspensión del juicio: "Esta acusación particular está autorizada por el juzgado instructor y cuatro años después se duda de su legalidad", señaló.
A la vista oral, prevista para esta mañana, acudió un grupo de amigos del ciudadano nigeriano fallecido. Entre ellos, había dos personas que aseguran que el fallecido es su hermano: Chester Aikpitanyi, quien ejerce la acusación particular, y Komwosay Ehotomwano. Éste último justificó el distinto apellido, porque en Nigeria los hermanos pueden llevar el apellido del padre o el del abuelo, como sería su caso. Ambos insistieron en que son los hermanos de la víctima y rechazaron cualquier falsificación en la documentación de la víctima o de la suya. Los dos expresaron su decepción por la suspensión del juicio: "Solo queremos que se haga justicia, y ahora nos vienen con esto. Todo es muy raro", dijeron.
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