Standard & Poor’s sube la nota de la deuda española por la mejora económica
La agencia prevé un crecimiento medio anual del 1,6% entre 2014 y 2016 Sus analistas mejora la calificación de España un escalón, hasta BBB
Hace tiempo que los inversores mejoraron la nota de España en los mercados. Este mismo jueves, España logró emitir deuda a 10 años en euros a un tipo inferior al 3% por primera vez en su historia. Las agencias de calificación, que han reaccionado tarde en diversas ocasiones durante la crisis financiera de los últimos años, se han subido al carro. Hoy ha sido Standard & Poor's la que ha aumentado en un escalón la nota de España, hasta BBB, con perspectiva estable, tras corregir al alza sus previsiones económicas sobre el país. La mejora de la nota se suma a la de otras agencias, como Moody's en febrero o Fitch en abril, pero con ella España solo recupera una parte del terreno perdido en 2012.
La nota BBB está solo dos escalones por encima del nivel especulativo o de bono basura. O, visto desde el máximo, la novena de las 10 dentro de lo que se considera grado de inversión, o deuda con cierta seguridad de cobro. España recupera uno de los dos escalones perdidos en la última rebaja de S&P, en octubre de 2012. Las notas de las agencias de calificación son importantes porque muchos inversores institucionales (como aseguradoras, fondos de inversión o de pensiones) se guían por ellas a la hora de exigir una rentabilidad mayor o menor. Sin embargo, su repercusión se ha reducido mucho durante la crisis financiera.
En un comunicado difundido a primera hora de esta mañana, Standard & Poor's atribuye la subida de la calificación a la mejora del crecimiento económico y la competitividad como consecuencia de los esfuerzos en reformas estructurales realizados desde 2010, incluidas las laborales que se han llevado a cabo desde 2010. La reforma de las pensiones, por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero primero y de Mariano Rajoy, después, o la subida del IRPF y del IVA realizada en esos años también por ambos gobiernos están entre las medidas que han mejorado las cuentas públicas, aunque S&P no las cita expresamente.
S&P considera que las reformas y su previsión de una política económica laxa por parte del Banco Central Europeo (BCE), permiten elevar la previsión de crecimiento medio de la economía española desde el 1,2% al 1,6% de media anual para el periodo 2014-2016. Los analistas de la agencia también esperan que la recuperación gradual del empleo contribuya a mejorar las cuentas públicas y las de los bancos.
La sociedad subraya el hecho de que la economía haya crecido un 0,4% en el primer trimestre (el 1,6% en tasa anualizada). Aunque esta cifra está sujeta a "revisiones importantes", admite, parece apoyarse en cierta creación de empleo, sobre todo en el turismo, pero también en otros sectores. Según añaden, la liberalización de los horarios comerciales, la de los contratos temporales y las reformas en materia de creación de empresas también apoyan la recuperación.
Más competitividad, menos sueldo
El informe publicado por S&P aplaude las ganancias de competitividad logradas por España desde 2009, como la rebaja de los costes laborales unitarios en un 8%, el mayor ajuste de la zona euro tras el de Grecia e Irlanda; la ganancia de cuota en las exportaciones, que crecieron con fuerza sobre todo en 2010 y 2011 y han seguido al alza en 2012 y 2013, y la inflación cercana a cero desde septiembre de 2013. Esa baja inflación es consecuencia del "exceso de capacidad en el mercado laboral" o, traducido, del alto nivel de paro. La caída de los sueldos, especialmente en el sector no exportador, confirma esa idea, según la agencia.
La agencia señala el contraste entre la rebaja de la deuda privada desde 2010 hasta 2013 —con una caída de 25 puntos de producto interior bruto, hasta el 206%— con el aumento de deuda pública, de más de 30 puntos. En su conjunto, dice S&P, la deuda total —empresas, familias y Estado— es de más del 300% del PIB, superada solo por Irlanda y Portugal. Se ha duplicado en la era euro.
Más recortes para cumplir con el déficit
Con vistas al futuro, los analistas advierten de que la rebaja de la deuda va para largo y que ese proceso de desapalancamiento frenará la demanda interna. En el sector público, la mejora de la economía se traduce ya en cierto incremento de la recaudación fiscal. La agencia cree que el Gobierno cumplirá e incluso batirá por una décima el objetivo de déficit del 5,5% para este año. Sin embargo, ve riesgos para lograr las metas presupuestarias más ambiciosas del 4,2% y el 2,8% de déficit para 2015 y 2016, respectivamente. S&P prevé que el déficit sea del 4,8% y el 3,4% en esos dos años.
"Aunque la recuperación económica ayudará al proceso de consolidación presupuestaria (gracias al aumento cíclico de los ingresos derivados de la imposición sobre el consumo y la renta, así como a la reducción gradual de las prestaciones por desempleo), sin nuevas medidas adicionales encaminadas a la reducción del déficit, es poco probable que el Gobierno cumpla con sus objetivos", dice el informe.
Además, los analistas de la agencia creen que "las próximas elecciones regionales y generales de 2015, los profundos desafíos socioeconómicos actuales y la significativa disminución de la presión de los mercados de capitales podrían llevar a desviaciones en las políticas fiscales y estructurales". "Esto podría poner en peligro los objetivos de consolidación presupuestaria y de crecimiento económico en el medio plazo", añade.
La deuda superará el 100% del PIB
En cuanto a la deuda pública, S&P cree que superará el 100% del PIB en 2016. La cifra seguirá creciendo, desde el 84,3% de 2013 hasta el 93,1% de 2017, según las previsiones de la agencia, que prevé que la inflación se mantenga cercana a cero los próximos dos años.
Los problemas que dejan a España aún muy atrás en su calificación crediticia entre los países con grado de inversión positivo son la alta deuda pública y privada, el alto endeudamiento externo y los fallos en la transmisión de la política monetaria del BCE. Esto provoca que las empresas españolas, sobre todo las pymes, tengan un peor acceso al crédito que sus competidoras de la zona euro. La agencia espera que "las persistentes tensiones" entre el Gobierno central y las comunidades "se mantengan contenidas".
La perspectiva de la deuda es estable, lo que refleja que la agencia considera que los riesgos a mejor y a peor para la solvencia "se mantendrán equilibrados durante los dos próximos años". La nota podría mejorar si el déficit se recorta, los indicadores de deuda se estabilizan o la posición externa sigue mejorando. En cambio, podrían estar bajo presión a la baja si las perspectivas de crecimiento económico no cumplen las expectativas, la deuda neta de de las administraciones públicas sobrepasa el 100% o la carga de intereses se eleva de forma sostenida por encima del 10% de los ingresos.
Subidas de calificación en cadena
A la mejora de la calificación del Reino de España, le seguirá ahora, como es habitual, una revisión al alza en la nota de otros emisores de deuda españoles. La revisión en la caso de empresas y organismos públicos que emiten deuda con aval del Estado es casi automática, pero la mejora también se trasladará a algunas comunidades autónomas, ayuntamientos, bancos y grandes empresas.
La mejora de la calificación de Standard & Poor's se esperaba para hoy porque la nueva normativa europea obliga a las agencias a publicar con antelación su calendario de revisiones. S&P no volverá a pronunciarse hasta el 14 de noviembre. Por su parte, Moody's volverá a revisar la nota el 20 de junio y el 17 de octubre. Fitch, que ya mejoró la nota en abril, volverá a pronunciarse el 24 de octubre.
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