La policía detiene al ex consejero delegado de Anglo Irish Bank por fraude
Sean FitzPatrick ha sido puesto en libertad bajo fianza tras ser arrestado en el aeropuerto de Dublín y tendrá que presentarse cada semana en comisaría El exdirectivo está siendo investigado en relación con la crisis de la entidad
El juez Cormac Dunne ha puesto en libertad esta mañana al ex consejero delegado de Anglo Irish Bank, Sean FitzPatrick, después de que fuera detenido por la policía irlandesa a las cuatro y media de la mañana en el aeropuerto de Dublín. El máximo dirigente, investigado por la crisis de la entidad nacionalizada en 2009 tras verse afectada por la burbuja inmobiliaria, ha sido liberado tras pagar una fianza de 11.000 euros. Deberá presentarse en comisaría todas las semanas hasta la próxima vista del 8 de octubre.
FitzPatrick, que ya fue arrestado el año pasado, llegaba esta mañana de Estados Unidos y fue sorprendido por la policía. Sean FitzPatrick abandonó el Anglo tras descubrirse que había ocultado a los auditores 87 millones de euros en créditos personales transfiriéndolo a una sociedad inmobiliaria irlandesa.
Dos exdirectivos del banco, el exdirector de Finanzas, William McAteer, y el ex director general del Anglo en Irlanda, Patrick Whelan, declararon este lunes por la crisis desatada en la entidad tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Tanto McAteer y Whelan como FitzPatrick hacen frente a 16 cargos relacionados con la "prestación ilegal de asistencia financiera" a "16 individuos" en julio de 2008, con el propósito de revalorizar de manera fraudulenta las acciones del Anglo Irish Bank.
Los tres concedieron fondos del banco a un grupo de personas conocido como Maple 10 para que comprasen acciones cuando éstas se desplomaron en 2008, una operación ilegal en la legislación irlandesa, según afirmó hoy la Fiscalía. Entre los integrantes del citado Maple 10 figuran seis miembros de la familia de Sean Quinn, el que fuera en hombre más rico de Irlanda y a quien el Anglo reclama ahora una deuda de casi 3.000 millones de euros, a pesar de que el exmillonario se ha declarado en bancarrota.
Quinn se libró el pasado viernes de ingresar en prisión por evasión de capital, si bien su hijo y sobrino fueron condenados por desacato a la autoridad judicial por un tribunal de Dublín y pasarán tres meses en la cárcel. El juzgado les había ordenado el pasado mes liberar 500 millones de euros que habían escondido en cuentas en el extranjero para evitar pagar deudas bancarias al Anglo Irish Bank.
Después de la nacionalización, la entidad recibió del Estado irlandés 30.000 millones de euros, casi la mitad de lo que necesita la totalidad del sector financiero del país. La entidad, que recientemente ha cambiado su nombre por el de Irish Banking Resolution Corporation, era conocida por ser una de las que concedía créditos de riesgo con mayor facilidad.
La nacionalización del banco supuso un auténtico lastre para Irlanda. Un año después de que el Estado se viera obligado a tomar la decisión, el déficit público llegó hasta un insostenible 32%. La situación obligó al país a pedir un rescate al Eurogrupo, donde se reúnen los ministros de Finanzas de la zona euro, que finalmente fue concedido en noviembre de 2010 y ascendió a 85.000 millones de euros.
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