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Reportaje:

Pulsiones en una cuartilla

El Taller Gravura de Málaga reúne obras de 27 artistas con el mismo formato

Mes de octubre. Un grupo de artistas, todos amigos, barruntan cuál ha de ser el tema de la exposición colectiva que este año animará las paredes del Taller Gravura de Málaga, un centro cultural que comandan Paco Aguilar y su esposa Marian Martín. Ideas hay muchas, tantas como artistas. Tras una necesaria criba, y teniendo en cuenta lo reducido de la sala, sobreviven pocas. Al final, la que despunta es Hojas de A cinco, un reto que gira en torno a este formato, A5, un reducido espacio similar a una cuartilla (14,8 x 21 centímetros) en el que cada uno de los 27 artistas participantes han de volcar sus pulsiones.

La temática era libre y, si en un principio esta propuesta se basaba en el dibujo, la libertad creativa se ha impuesto y la idea original ha derivado en collage, fotografía, óleo, aguatinta o escultura, entre otras. Obras que firman artistas malagueños o afincados en Málaga de las generaciones de los setenta y ochenta, y amigos todos, algunos de los cuales ya participaron en iniciativas similares: Calle 238 y Box Populi.

Nombres como Chema Lumbreras, Antonio Yesa, Javier Roz, Rafael Alvarado, Sebastián Navas, Margaret Harris, José Faria, José Ganfornina, Carmen Guerrero o Plácido Romero, entre otros. "También hay autores de otras generaciones, como el escultor Robert Harding, su hijo Timsam o Vargas Machuca", apunta la comisaria de la muestra Marian Martín ante el conjunto de esculturas metálicas inspiradas en la naturaleza realizadas por el británico Robert Harding, afincado en Torrox, en la Axarquía malagueña.

"Esta idea de la colectiva es fantástica, muestra el trabajo de muchos artistas y facilita la comunicación", explica la pintora sevillana afincada en Málaga Concha Galea, quien presenta un tema recurrente en su obra: "el peculiar mundo de los niños" con coloristas dibujos que "indagan en la indefensión, la inocencia y la soledad que envuelve a la infancia".

Junto a ella cuelga su obra el cacereño Javier Roz, una serie de 10 rostros incompletos, casi desdibujados que, según apunta Galea, "contienen esa carga poética tan fundamental en el arte".

Más atrevida es la obra concebida por Isabel Garnelo, quien ha intervenido en tarjetas de anuncios de servicios sexuales obtenidas en una visita a Londres y en las que realiza "un ejercicio de confrontación de estos servicios sexuales de dominación con los juegos de poder y las desigualdades de la sociedad actual". La muestra estará abierta hasta el 30 de enero en el Taller Gravura, frente a la Iglesia de San Juan.

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