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Mas impulsa una tasa turística dentro de las medidas de austeridad

La recaudación del gravamen se destinará a promocionar Cataluña para captar más viajeros - El Gobierno busca un acuerdo con los empresarios

El Gobierno catalán necesita liberar fondos para centrar el gasto de 2012 en los servicios básicos, que este año han sido sometidos a un duro tijeretazo, y reducir el déficit público. Aprovechando el paquete de medidas de austeridad que el Ejecutivo de Artur Mas prepara para el año que viene, la Generalitat impulsa una tasa turística que se aplicará a las pernoctaciones que realicen los viajeros en la comunidad, según explicaron fuentes del Gobierno y del sector. Este gravamen servirá sobre todo para financiar las actividades de promoción turística, aunque no se descarta que una parte sirva para sufragar otros gastos. La condición que ha impuesto Mas es lograr el apoyo de la industria turística a esta tasa.

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Cataluña lleva flirteando con la opción de gravar las pernoctaciones de los turistas desde 2004. El Gobierno tripartito ya trató de abrir ese debate en varias ocasiones, pero siempre optó por otras vías por la experiencia de Baleares, donde la ecotasa soliviantó a los empresarios e incluso costó el gobierno a los socialistas. El tripartito ideó entonces una agencia de turismo mixta, de capital público y privado, con aportaciones de los hoteleros, las cámaras de comercio y todas las empresas que se beneficiaran de algún modo del turismo.

Ese modelo, en la práctica, no ha funcionado, según admiten fuentes empresariales. La crisis de las cámaras de comercio, que debían inyectar unos 900.000 euros, no las deja en condiciones de realizar grandes aportaciones y apenas han llegado patrocinios. Los recortes del gasto presupuestario supusieron que la agencia de turismo de la Generalitat pasara de tener un presupuesto de 22,56 millones en 2010 a 14,96 millones en 2011. La cuestión es clara: sin la tasa turística no hay dinero para la promoción, y con ese panorama, según fuentes empresariales, la mayoría del sector asumirá el gravamen.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ya anunció el martes, en la rueda de prensa en la que desgranó algunas medidas de austeridad, su intención de aplicar tasas en "algún sector productivo" que revertirían en esa industria, y la tasa turística será una de ellas, según fuentes del Gobierno. "La Generalitat nos ha comunicado que el presidente ya ha dado órdenes para que se estudie la creación e implantación de la tasa", aseguraron fuentes empresariales a las que el Ejecutivo ha consultado.

Un portavoz del Departamento de Empresa y Empleo aseguró que ese asunto se está debatiendo en la Mesa del Turismo, que reúne a Administraciones y empresarios, pero que no hay nada concreto. Fuentes del Ejecutivo consultadas especificaron, no obstante, que el proyecto está marcha, pero todavía en fase embrionaria. La tasa turística suscitó en el pasado el rechazo frontal del sector turístico. Sin embargo, fuentes del sector que están al corriente de las intenciones del Ejecutivo de Mas aseguraron que el panorama ahora es distinto. "Hay que asumir que no hay dinero público y recordar que multitud de países la tienen, por lo que tal vez la anomalía somos nosotros", aseguraron fuentes hoteleras. En efecto, en París, Tokio y Nueva York los visitantes pagan un pequeño impuesto turístico. Otras fuentes empresariales, no obstante, condicionaron la creación de esa tasa a su "transparencia" y a que se dedique "a promoción turística", que opinan que es imprescindible en un entorno competitivo.

Según estas fuentes, casi todos los empresarios de la ciudad de Barcelona están convencidos, mientras que los más reticentes son los hoteleros de algunas zonas costeras, más sensibles a la introducción de una tasa dado que trabajan con precios mucho más ajustados. Aun así, aseguraron que "es el momento" de tomar esa decisión de una vez por todas, ya que el sector es el único que sigue creciendo y la Generalitat debe elaborar ahora el nuevo plan estratégico.

El Departamento de Salud avanzó ayer más detalles sobre la fórmula particular de copago que pretende aplicar la Generalitat, para defender la medida. "El tique moderador", como lo llamó el consejero de Salud, Boi Ruiz, tendrá un coste que oscilará entre cinco céntimos y un euro. "En ningún caso supondrá una barrera económica para quien no pueda hacerse cargo de este coste", añadió. Es una fórmula inspirada en el sistema aplicado en Francia, donde se cobra una tasa de 50 céntimos por los fármacos, de la que están exentos los jóvenes y las personas con rentas bajas.

Ruiz detalló que el copago no afectará a los colectivos que "por cuestiones económicas" no puedan pagarlo, pero no precisó si esta categoría incluye a los pensionistas y a los enfermos crónicos. El objetivo, señaló el consejero, será "promover un efecto disuasorio" en el consumo abusivo de fármacos, además de recaudar entre 60 y 70 millones de euros.

Esta medida despierta recelos en el Ministerio de Sanidad por si puede infringir la ley estatal, ya que "la Generalitat no tiene competencias para implantar un copago", señaló un portavoz del ministerio. "No se habla de copago porque no hay competencias, pero jurídicamente ya lo hemos estudiado y es posible hacerlo sin invadir competencias", detalló el secretario de estrategia de salud, Francesc Sancho. Por ello, se estudian varias fórmulas, principalmente no plantear la tasa sobre el medicamento en sí, sino cobrar por la gestión de los residuos del fármaco o de su envoltorio, o por la prescripción.

El Ejecutivo ahora está incorporando todas las medidas anunciadas por Mas al anteproyecto que ya tenía elaborado. En ese documento, las subidas de tasas ascendían a 95 millones. Entre esas medidas, se prevé un incremento de la presión fiscal sobre el juego, área en la que tiene plenas competencias, para recaudar 55,9 millones, según informó Efe. Además, entre otras, planea tasas en el ámbito de la justicia, para fotocopias o para la expedición de certificados.

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