Demolida la 'oficina' chabolista del 15-M
El Ayuntamiento derriba un par de viviendas del poblado de Puerta de Hierro y acaba, de paso, con la infraestructura levantada por los indignados
El Movimiento 15-M levantó en verano una especie de oficina en el poblado chabolista de Puerta de Hierro. Participantes en la llamada marcha indignada, llegados de toda España, se propusieron ayudar a los habitantes de este poblado. Recrearon en él las infraestructuras de la Puerta del Sol con una cocina fabricada con palés, un espacio para celebrar asambleas y un acuartelamiento donde pasar el invierno. Los ideales de los indignados y las necesidades de los chabolistas se fusionaron en un espacio donde se celebraban debates en los que participaban estudiantes de humanidades, activistas de los derechos humanos y patriarcas gitanos dedicados al negocio de la chatarra. Así pasó el verano.
Queda en pie una docena de viviendas habitadas en total por 54 personas
Pero llegó el otoño y el Ayuntamiento, en su afán por acabar con el campamento antes de que acabe el año, comenzó ayer a romper esta estampa de unidad. Por orden judicial, las piquetas derribaron a primera hora de la mañana dos viviendas y, de paso, acabaron con toda la estructura que durante meses habían construido los miembros del 15-M.
A las 6.30, técnicos de Urbanismo, policías antidisturbios y miembros del Samur Social se presentaron en esta zona situada entre la avenida de Puerta de Hierro y la M-30. Es un lugar de difícil acceso, habitado desde 1963, entre una depuradora y una empresa de abono de plantas. El equipo del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón sostiene que las chabolas infringen la ley al ocupar un espacio público verde y desde hace dos años tienen como objetivo erradicarlas. Las piquetas iniciaron las demoliciones antes de las siete de la mañana. Los moradores, despertados con la llegada de la comitiva, sacaron a los perros y a un cochinillo de las estructuras que estaban a punto de venirse abajo.
Las piquetas acabaron también con todo el trabajo realizado hasta ahora por los indignados. "Ha sido muy cruel. Nos habíamos esforzado mucho por hacer esto habitable y ahora lo tiran. Pero no crean que nos vamos a rendir. Vamos a seguir adelante", decía una indignada mientras intentaba rescatar algunos enseres entre los escombros. La asesora legal de Puerta de Hierro, Mercedes Jiménez, mientras tanto, recababa datos entre los chabolistas. Jiménez trabaja para que les sean reconocidos los derechos de asentamiento y así puedan quedarse aquí a vivir.
En el poblado siguen en pie una docena de viviendas. Habitadas en total por 54 personas. Los que ayer se quedaron sin casa se alojarán en la de sus vecinos. Casi todos los chabolistas son parientes y tienen apellidos vascos (Etxeberria, Gabarri).
El cartero repartió pasado el mediodía la correspondencia en el poblado. Recibos y también propaganda electoral de PP, PSOE e IU. "Da igual, ningún partido nos va a ayudar", decía una mujer mientras tiraba las cartas a una fogata.
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