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La Diputación de Alicante mete la tijera en las dietas

Los seis diputados del consejo rector de Suma -el organismo que recauda los impuestos municipales en la provincia de Alicante- se reúnen prácticamente todos los meses y hasta ayer cobraban por cada encuentro 1.200 euros.

La nueva presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, ha metido la tijera al rebajar un 75% estas retribuciones. Ahora cobrarán 300 euros por cada sesión. "Dentro de la política de austeridad, y con el objetivo de ahorrar y reducir costes, equiparamos esta dieta al resto de organismos autónomos de la Diputación", explicó ayer el diputado de Hacienda, César Augusto Asencio.

El recorte en las dietas de Suma no es una medida aislada. La Diputación aprobará, mediante decreto, una modificación de crédito de 882.767 euros para cubrir compromisos de los convenios laborales y aumentar la inversión en Deportes y Bienestar Social. El dinero surge de un ahorro de 505.605 euros que se ha conseguido, principalmente, por la supresión de gerencias y contratos eventuales comprometidos por el anterior presidente, Joaquín Ripoll, y de otros 353.447 euros que no se han gastado en nuevos contratos que estaban presupuestados, ya que desde las pasadas elecciones autonómicas se ha cerrado el grifo.

Central de compras

El vicepresidente de la Diputación también admitió que "la viabilidad" de la central de compras, creada por Ripoll en la recta final de su mandato, está en estudio. A esta iniciativa se adhirieron 81 municipios y 10 entidades de la provincia para reducir costes en las compras negociando con los proveedores. Y el primer objetivo de los ayuntamientos era la compra de luz para reducir el precio medio del kilovatio. Se preparó un concurso público al que solo concurrió una empresa, Iberdrola. Pero se declaró desierto porque la mercantil "no se ajustaba a la Ley de Contratos del Estado". Asencio admitió que "el precio era interesante, la oferta era buena, pero introducía una serie de requisitos que contradicen la legislación, y la Administración, aunque sea tarde, siempre paga".

Al parecer, Iberdrola no se fía, por eso endureció los requisitos de pago y cobro. "La única solución es recurrir a un procedimiento negociado, y que la empresa subsane estas demandas y se ajuste a los informes", dijo. Asencio advirtió: "Si el plan estrella de la central de compras es la compra de luz, y fracasamos, pues no tendrá sentido seguir".

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