Aerolíneas Federales vuela otra vez
El grupo vigués proyecta editar un nuevo disco en navidades - La banda se ha vuelto a reunir alentada por sus fans en Perú y tras dos décadas de silencio
Al otro lado del teléfono de Donna Sangre, activado el manos libres, van hablando de su regreso el propietario del aparato, New Border y Bollito Singerman. Atribuyen todo el mérito de la vuelta, después de 20 años de silencio, al empeño de Leonardo Bacteria, un peruano muy conocido en la escena musical de Lima que no solo coincide con los que hoy se reúnen en torno al móvil en el gusto por los nombres artísticos. El señor Bacteria, en realidad, se llama Leonardo del Castillo y, sin que nadie hasta hace pocos años lo sospechase a este lado del Atlántico, llevaba desde tiempos de la Movida atesorando información y material relacionados con uno de los grupos vigueses de aquel momento, Aerolíneas Federales.
Conservan las maquetas de "15 o 16 temas" que nunca salieron a la luz
"Siempre fuimos amigos. Nos hemos juntado para divertirnos"
Hoy, Donna Sangre, es decir Luis Santamarina, el batería de la banda y dueño del teléfono, trabaja como administrativo, con una imagen bastante alejada de aquella con la que entró en el grupo y que le valió ser descrito por sus compañeros como "el Billy Idol del Calvario", el barrio vigués del que procedían varios miembros de Aerolíneas. El bajista Bollito Singerman, por su parte, es hoy el respetable profesor Silvino Díaz del conservatorio, y New Border, Miguel Costas, fundador, guitarra y vocalista de Siniestro y Los Feliz, además de Aerolíneas, es el único que permaneció todo este tiempo sobre el escenario, y este año todavía publicó Costas is back, con temas de toda su carrera. Es el único de la banda, también, que ya no vive en Vigo. "Ahora tengo una granja en Escairón", comenta. "¿De vacas?", se le pregunta. "En Escairón hay más vacas que personas, sí, pero la mía es de todo tipo de animales, hasta lobos y zorros...", explica sin aclarar en realidad nada.
En Escairón precisamente, y en concreto en Torre Vilariño, la primera casa de turismo rural abierta en Galicia (que inauguraba un Fraga pletórico en 1991, más o menos por aquellas fechas en que Aerolíneas decidía cancelar sus vuelos), tuvo lugar el primer concierto del regreso en 2011, para calentar motores antes del despegue en mayo rumbo a Lima. En la capital peruana ofrecieron dos conciertos ante un número de seguidores inesperado, la mayoría mucho más jóvenes que ellos, que coreaban sin titubeos temas como Soy una punk o No me beses en los labios. Actuaron con dos grupos teloneros en Las Noches de Barranco, una reputada sala underground. La gente les comentó que allí eran "unos ídolos". Los primeros que compraron las entradas tuvieron derecho a una segunda actuación más restringida y a retratarse con el grupo en la fiesta postrera. Pero antes de todo eso hubo muchos otros capítulos.
Fue ya hace unos siete años cuando Bacteria reunió a diversos grupos de Perú para que versionasen en un disco homenaje las canciones del grupo de Vigo. Después, a través de Internet, siguiendo el rastro de todos ellos, insistió hasta que logró ponerse en contacto con los antiguos integrantes de Aerolíneas. Hubo varios intentos de juntar a la banda, y la ocasión, al fin, se presentó este año, cuando todos, incluidas por supuesto las dos aerolinettes originales, Rosa Costas y Coral Alonso, lograron organizarse la vida para poder emprender juntos un viaje de una semana. Silvia (Superstar) García, que sustituyó en los últimos tiempos de la formación a Coral, no entró en el nuevo proyecto. "Eran la una o la otra", comenta otro miembro del grupo.
Viajaron a Lima con todo pagado. Aerolíneas Federales emprendía así un vuelo transoceánico por primera vez. En 1997 estuvieron a punto de reunirse para actuar en Venezuela y Colombia, "pero no cuajó". "Ahora todo fue sobre ruedas, y lo pasamos de miedo", cuentan. "Por circunstancias, [hace dos décadas] decidimos dejar la película", recuerdan, "pero fuimos siempre amigos, y esta vez salió todo de coña. No queremos ganar dinero, ni un Grammi; cada uno, más o menos, tenemos la vida resuelta con nuestros trabajos. Nos hemos vuelto a juntar para divertirnos y no vamos a tocar en cualquier lado. Solo vamos a hacer cosas muy especiales", prometen.
La cita de hoy, de la parte masculina de la banda, es de trabajo. Costas ha venido de Escairón para ver si al fin se organizan para ensayar con cierta frecuencia, y si empiezan a seleccionar y descartar canciones de la veintena que conservan grabadas en maquetas. "Unas 15 o 16 son inéditas", avanzan, "y otras cuatro solo se publicaron en gallego, para el Xabarín". Ahora pretenden grabar estas en castellano y elegir entre las inéditas para editar un nuevo disco que estará listo, probablemente, en navidades.
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