La chiquillería se adueña del río
El primer festival Madrid Beach concluye con El Pescao y mucho público joven
A las nueve y cuarto de la noche, mientras los tres barceloneses de No Way Out se desgañitaban entre la indiferencia general, los accesos al recinto del festival MTV Madrid Beach eran un hervidero. Y no en las puertas principales, por las que el público desfilaba con cuentagotas, sino en el pasillo habilitado para menores acompañados por algún adulto. Un concierto gratuito de El Pescao, en verano y a orillas del Manzanares, era una opción tentadora para centenares de adolescentes. Y cada cual se las ingenió para procurarse un acompañante -ni papá ni mamá, preferiblemente- que le franquease la entrada. Pregúntenle a Lucía, de 16 años, que contó con Jorge (18 recién cumplidos) en funciones de "mayor responsable". Las hay con suerte.
La chavalería que ignoró el punk melódico de los catalanes se hizo bien visible durante el recital de David Otero, alias El Pescao y, ya saben, guitarrista de El Canto del Loco, primo de Dani Martín, etcétera. Con una resultona escenografía de submarino, radar y pompas de jabón, Otero desgranó un repertorio con deje latino, entre Juanes y, si nos pusiéramos muy generosos, Baba-sónicos. Y le dedicó Madrid, una canción bastante horrorosa, a "esta ciudad que es uno de los regalos más bonitos que me ha dado la vida". Fíchalo, Gallardón.
Antes de El Pescao ya había mucha gente curioseando durante la actuación de Miss Caffeína, un quinteto de pop-rock ambiciosillo que milita en la Liga Adelante, pero aspira a medirse en duelo con Vetusta Morla. Dispone de alguna baza interesante para el ascenso, como la ingeniosa versión de Qué sabe nadie o el carisma del cantante, Alberto Jiménez, que hasta se permitió una puya papal en un festival demasiado modosito. Estiloso, con el ojo derecho embadurnado de negro y purpurina, a Jiménez se le vio cómodo en su papel de bollycao oficial del rock español; sobre todo desde que la web de Rolling Stone le proclamó hace tres meses el artista masculino más sexy del país.
El vicepresidente de Marketing y Eventos de la televisión organizadora, Carlos Tribiño, se mostraba sonriente al término de estas tres noches de sarao ribereño sin incidentes reseñables. "Hemos logrado un aforo importante para unos días en los que todavía hay mucha gente de vacaciones", presumía. "El Ayuntamiento escogió estas fechas porque la ocupación hotelera es muy baja y el evento ha demostrado tener mucho magnetismo, al menos con el público de la periferia". El directivo de MTV no quiso facilitar cifras sobre la inversión acometida por su cadena. "Es parte de nuestro esfuerzo por acercarnos al público no solo desde la pantalla, sino en la calle".
Tribiño y los responsables de la empresa municipal Promoción Madrid volvieron a recorrer el viernes el parque Madrid Río para estudiar posibles ubicaciones con más aforo ante la segunda edición. La nota crítica la aportó IU, que no acaba de entender este rollito beach "en una ciudad donde 750.000 vecinos carecen de una piscina de verano".
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