La Masía también hace caja
Tras el pase de Romeu al Chelsea, la cantera ya ha dado 21 millones al Barça
Entre lo que se ha dado en considerar un club vendedor y su antítesis, las entidades que básicamente compran, siempre hubo un mundo. La historia dice que el Barcelona es un equipo híbrido, a caballo entre el fútbol formativo y la capacidad adquisitiva que se le supone a uno de los clubes más poderosos del mundo, de esos que llegado el caso pagan el gusto y las ganas al reforzarse. La memoria dice que difícilmente rentabilizan los descartes, ya sea de jugadores que ha fichado y no le han dado rendimiento o de aquellos futbolistas que ha forjado en casa y no tienen sitio en el primer equipo. Al parecer, el Barça se ha impuesto invertir esa cuestión, ya sea por las estrecheces económicas por las que atraviesa la entidad o, simplemente, por la filosofía impuesta por Andoni Zubizarreta, el director del área deportiva. Una cosa es resignarse al hecho de que generar figuras como Víctor Valdés, Puyol, Xavi o Messi termine suponiendo una faena contable -suman valor cero al no existir un baremo fiscal que tase a los jugadores surgidos de la cantera- y otra muy distinta que el club azulgrana regale los talentos que no le sirven.
El fútbol base azulgrana cuesta 15 millones anuales, según fuentes del club
Milito firma su carta de libertad y negociará volver gratis al Independiente
En su día, Josep Lluís Núñez, cuando atendió a Louis van Gaal y despidió a Guillermo Amor -actual responsable del área formativa y mito de los jugadores surgidos de La Masía-, reclamó el cobro, al menos, de los cola-caos consumidos por el emblemático futbolista. La frase, desafortunada, ocultaba que, gracias a esa inversión en desayunos infantiles, surgieron futbolistas como el propio Amor, Guardiola o De la Peña, a quienes habría sido imposible contratar a precio de mercado en su momento. Precisamente, el traspaso más caro de un canterano data todavía de la era de Núñez: 15 millones de euros pagó el Lazio por el genial centrocampista cántabro.
Durante los siete años del mandato de Joan Laporta, de 2003 a 2010, el Barcelona se deshizo de 15 jugadores que, tras pasar por el fútbol base, actuaron en el primer equipo, pero tan solo cobró por siete: Luis García, (traspasado al Liverpool por 8,5 millones de euros en 2004), Navarro (al Mallorca por seis, tras dos años de cesiones, en 2006), Damià (al Betis por uno el mismo año), Giovani dos Santos (al Tottenham por 11), Oleguer (al Ajax por cinco) y Marc Crosas (al Celtic de Glasgow por uno), estos tres últimos en 2008.
El verano pasado, en el tránsito de Laporta a Sandro Rosell, Víctor Sánchez fue cedido al Getafe, pero no hubo ventas, más allá de las de Chigrinski, Yaya Touré e Ibrahimovic.
"Una de las claves que debemos atender es saber gestionar el excedente de jugadores que produce la cantera", admitió recientemente Zubizarreta, que se ha aplicado en conseguirlo. Cinco futbolistas han dejado este año el primer equipo y, a excepción, de Víctor Sánchez (Neuchâtel) y Víctor Vázquez (Brujas), que han recibido la carta de libertad, los otros tres han dejado más de 21 millones en caja. El Chelsea ha pagado por Oriol Romeu (cinco), el Roma por Bojan (12) y el Sporting de Portugal, antes de Lisboa, por Jeffren (4,5). Precisamente el club y el representante de Gaby Milito ultimaban ayer los detalles que permitirán al central fichar por el Independiente, argentino, sin que los rojos deban pagar un solo peso.
Con relativa frecuencia, el Barcelona se tiene que desprender en contra de su voluntad de jugadores de las divisiones inferiores, normalmente en el salto del cadete al juvenil y casi siempre por la irrupción del fútbol inglés. Así ocurrió con Cesc Fàbregas y Fran Mérida, que se marcharon al Arsenal; con Piqué y el Manchester United o, recientemente, con Toral y otra vez los gunners. En esos casos, el Barça debe reclamar la mediación de la UEFA para que estipule el precio que debe cobrar en función del llamado canon de formación.
Según fuentes del Barcelona, el presupuesto anual del fútbol base ronda los 15 millones de euros, por lo que con las ventas de este verano la inversión en la cantera se financia sola. Rentable en el campo, el club insiste en que también lo sea en el banco.
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