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Tentaciones
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Entrevista:CINE

"Me doy mucha vergüenza a mí mismo"

Se lo debo todo a Todd. Sin él no tendría una carrera". Zach Galifianakis se pone superserio cuando habla de su director, Todd Phillips. El mismo tipo que le emborrachó para sacarle jugo en Resacón en Las Vegas y junto al que se ha corrido una nueva juerga, esta vez en Tailandia. Le debe tanto que no dudó en pasarse toda la película con una camiseta mugrienta con un estampado de la cara del perro del director. También se dejó rapar la cabeza. Todo por un realizador con el que ya lleva tres películas en dos años (las dos de Resacón y Salidos de cuentas) y que siempre le pone en aprietos.

Una fórmula destroy que funciona, a tenor de los resultados en taquilla. Resacón 2, ¡ahora en Tailandia! se ha convertido en la comedia que más ha recaudado en la historia en sus primeros cinco días en pantalla, 137 millones de dólares (unos 95 millones de euros) solo en EE UU. Y Galifianakis, de 41 años, con su pinta de osito entre diabólico y adorable, es quien mayor cacho ha pillado. Al menos en términos de popularidad y portadas. Aunque luego en persona sea rarito. Hay algo en su excesiva corrección que te da la risa o te provoca sudores. "De todos los cómicos que conozco es el menos raro", le defiende Phillips. "Pero todos llevamos un demonio dentro". Es el momento de conocer los demonios que este antigalán de apellido griego salido de la América profunda lleva dentro.

"De joven hice idioteces, como beber y pasear por las vías del metro"
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CINCO CLAVES PARA AMASAR PASTA

EP3. ¿Va encontrando su parecido con Alan, su personaje de Resacón?

Zach Galifianakis. Solo rezo a Dios para no parecerme a él. No querría hacerles eso a mis padres. Vale que puedo ser un pesado, pero me tengo por una persona bastante reservada.

EP3. ¿Y qué tal le fue con sus compañeros de borrachera?

Z. G. Volverles a ver fue como ir en bicicleta después de un par de años de no haber montado. O como ponerte un par de calzoncillos usados. De lo más cómodo.

EP3. ¿Opina lo mismo de Bangkok?

Z. G. Eso necesitó un poco más de preparación. La mayor parte de los antros nocturnos eran de verdad y le dieron mucha energía al rodaje, pero había que estar preparado. La ciudad realmente nos abrió las puertas y nos aprovechamos de todo.

EP3. Podía haber aprovechado para afeitarse la barba, ya puestos.

Z. G. Esa era la idea. La mía al menos. Simplemente prenderle fuego. Coger una cerilla y ya está. Les pareció una idiotez. Menos mal. Pero para la próxima película me la afeito.

EP3. Para el próximo Resacón ya solo queda que su personaje se case.

Z. G. ¿De veras crees que alguien se puede enamorar de Alan?

EP3. ¿Quién se puede enamorar de cualquiera en este grupo?

Z. G. ¡Touché! Pero no creo que la boda de Alan sea una buena idea para la tercera.

EP3. ¿Recuerda su primera borrachera?

Z. G. Fue de lo más inocente, en una boda griega donde mi padre me dio un par de cervezas. Tendría unos 16 años.

EP3. ¿Y la peor?

Z. G. Me crié en las montañas de Carolina del Norte, así que me gusta disfrutar de mi moonshine: whisky sin envejecer y destilado ilegalmente. Es para la gente que no tiene el tiempo o la paciencia de sentarse a esperar. Solía comprárselo a un tipo de 80 años que se pasó la vida en la cárcel por matar a alguien. Estaba muy bueno.

EP3. ¿El mejor remedio para la resaca?

Z. G. Remolachas asadas. Mete las remolachas en el horno con un poco de aceite de oliva a 300 grados y ahí lo tienes. Todo eso antes de empezar a beber.

EP3. ¿Qué es lo más loco que ha hecho en una borrachera?

Z. G. No soy de esos. Más bien soy un lobo solitario al que no le gusta dar la nota. Me doy mucha vergüenza a mí mismo.

EP3. ¿Vamos, que no tiene ninguna locura que confesar?

Z. G. De joven hice idioteces, como beber y pasear por los túneles del metro de Nueva York. La línea L, de Manhattan a Brooklyn. No por las vías, sino por el lateral. Hay suficiente espacio y un montón de gente, toda una sociedad. Creo que se llaman la gente topo.

EP3. Al menos podrá decirnos cuál es su lugar preferido para pasarlo bien.

Z. G. Creta. Mi padre es griego, y Creta tiene un lugar en mi corazoncito. ¡Es la Alabama de Grecia! Mi paseo favorito es perderme por las calles griegas. Claro, que es algo que no he hecho desde hace 10 años.

EP3. ¿Añora su vida antes de la fama?

Z. G. ¡Soy un afortunado! Tampoco tengo muchos amigos en la industria. La mayor parte siguen siendo monologuistas.

EP3. ¿Recuerda su primera oportunidad?

Z. G. La única vez que hice una prueba de rodaje, hace como 10 años. Le pedí a la camarera del hotel que me grabara en vídeo y conseguí el papel. Desde entonces nunca he tenido que volver a pasar una de esas pruebas. Y menos mal, porque soy muy malo. Escogí la profesión equivocada.

EP3. Le daría una buena propina...

Z. G. ¿A la camarera? Por supuesto. Además entonces el dólar estaba fuerte.

EP3. ¿Qué hizo con su primer cheque?

Z. G. Me compré mi primer coche, un Subaru que todavía conservo.

EP3. ¿Se imaginaba que acabaría compartiendo reparto con la rana Gustavo en la nueva película de los Teleñecos?

Z. G. Eso sí que es surrealista. Me crié con los Teleñecos y ahora puedo trabajar con ellos. Rodé una escena en la que le gritaba a Gustavo. Eso sí es nivel.

Resacón 2, ¡ahora en Tailandia! Estreno: 23 de junio.

Zach Galifianakis, en un fotograma de "Resacón 2, ahora en Tailandia".
Zach Galifianakis, en un fotograma de "Resacón 2, ahora en Tailandia".

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