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La polémica por los contratos a dedo en Málaga salpica a otra concejal

Teresa Porras alega que no mira la militancia de los adjudicatarios

"Los contratos son legales o ilegales. Ya está, en política no hay más matices, no hay que basarse en más cosas". La concejal de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras, del PP, se ha atrincherado y no admite la mínima discusión sobre su proceder en la adjudicación de contratos menores a dedo en las áreas que ha dirigido.

Ayer, tres días después de que el diario La Opinión desvelara que entre 2003 y 2008, Porras invitó a procedimientos negociados a empresas aparentemente distintas pero controladas por los mismos propietarios, la edil compareció en conferencia de prensa para hablar por primera vez de los asuntos oscuros conocidos estos días y negó la mayor.

"Es penoso que en política tengamos que dar explicaciones cuando se sabe que todo lo hecho es legal", dijo Porras, para quien cuestiones como la ética o la estética son zarandajas, pese a que el alcalde, Francisco de la Torre, dijera a propósito de la polémica que días pasados envolvió al edil de Urbanismo por la adjudicación de una piscina y unas obras en su casa que en política "además de ser honrado hay que parecerlo". O que hace dos años, tras conocer que en algunos contratos del área de turismo habían concurrido empresas controladas por los mismos propietarios, igual que ahora se sabe que ocurrió en sus departamentos, el equipo de Gobierno decidiera endurecer los trámites y pedir a quienes acudan a procedimientos negociados una declaración de que no tienen intereses en otras sociedades concurrentes.

"No he hecho nada sino cumplir la ley", insiste Porras. Recordó que ésta permite otorgar sin concurso los contratos menores y mostró un informe de la Junta Consultiva de Contratación Administrativa que admite que puedan licitar en un concurso empresas de un mismo grupo.

Según Porras, tampoco debe importar el carné político de los adjudicatarios, en referencia a la concesión a dedo de 28 contratos en dos años de equipamiento infantil a una sociedad de una interventora del PP. "Este Ayuntamiento solo y exclusivamente se guía por la profesionalidad, calidad y precio de los servicios, y no por otras cosas, eso es demagogia", dijo. Y agregó: "No voy a dejar de trabajar con ella porque sea militante, que no se si lo es, eso son temas muy personales".

"Yo no decido si voy en la lista"

Mientras el alcalde, Francisco de la Torre, se muestra exultante por la inauguración del Museo Carmen Thyssen, el patio interno del grupo municipal anda revuelto en el momento de la elaboración de la lista electoral, especialmente después de las polémicas que han vuelto a surgir por los contratos directos, algo que ya costó la dimisión del concejal Manuel Marmolejo hace dos años al admitir que dio concesiones a su cuñado y que dejó relegado al edil de Campanillas José Hazañas.

El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, comunicó el martes que no repetirá en la candidatura, después de una cadena de "torpezas" en la licencia de unas obras de reforma en su vivienda, y la concesión de una piscina a una UTE de la que forma parte un amigo que está investigada por un juez, y comprarle un coche al otro socio. Teresa Porras, que como Díaz es del círculo más afín al alcalde pero muy mal considerada por buena parte del equipo de gobierno, dijo ayer que aún no ha hablado con De la Torre sobre la lista. "No es una decisión que tenga que tomar yo", adujo y sin querer expresar su voluntad con claridad, dejó entrever su deseo de continuar tras 12 años como edil.

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