Benidorm dedica al cuidado de sus playas el 4% del presupuesto
La bahía acoge hasta 70.000 bañistas al día durante la temporada alta
No hay muchos argumentos para rebatir la afirmación que la playa de Levante de Benidorm, de 2.084 metros, es la mejor playa urbana de la Comunidad Valenciana. De hecho, la playa de Levante está catalogada entre las diez mejores del mundo en su género y ofrece, junto con la de Poniente, de 3.100 metros, una bahía abierta al bañista los 365 días del año. No es fruto de la casualidad, sino de una apuesta decidida por mantener un emblema del turismo de sol y playa en condiciones para acoger 70.000 usuarios en temporada alta. "Son como joyas que hay que cuidar para que reluzcan", concreta Mariola Fluvià, concejal de Playas.
Pero, ¿cuánto cuesta tener una joya como la playa de Levante? Los números son claros. Benidorm invierte en su limpieza, vigilancia y salvamento, accesibilidad y el cánon anual que debe ingresar al Estado por el uso del dominio público 2.029.167 euros. La partida más importante es la referida a la limpieza, en la que se gasta 946.950 euros.
"Este dinero no es un gasto, es una inversión", asegura la edil de Playas
Al margen del coste económico directo, las playas de Benidorm tienen asignados 15 policías locales fijos todo el año, aunque se añaden 12 para el servicio especial del verano, además de cuatro inspectores de playas que se ven reforzados con otros 19 en el periodo estival, un esfuerzo que le cuesta al Consistorio 206.803,79 euros más. Y seis personas forman un grupo de trabajo para el mantenimiento de los servicios. Hay que sumar la nueva señalización, barandillas, obras de accesibilidad, limpieza de acantilados, mantenimiento y reposición de mobiliario, reparación de juegos o la compra de sillas anfibias y vehículos para inspectores.
En resumen, el gasto anual en las playas de Benidorm ronda los cuatro millones de euros, que supone casi un 4% del presupuesto municipal, y el 60% (2,5 millones) los consume la playa de Levante. Todo ello sin contar con el dinero que invierte la Agencia Valenciana de Turismo en los 1.100 metros de pasarelas de madera y en el mantenimiento de los lavapiés y duchas o los servicios que ofrece el Ayuntamiento, como las Biblioplayas y los baños públicos.
Pero las playas también generan ingresos. Benidorm cobra 1.562.526 euros por las hamacas y sombrillas que son explotadas en la orilla y 27.000 euros más por otras actividades, e ingresa 1.000 euros al año de los escultores de arena que pueblan el paseo de Levante. Pero no todo se reduce a razones económicas.
El prestigio de las playas de Levante, Poniente y Mal Pas de Benidorm también lo determina los numerosos certificados de calidad que tienen. En septiembre pretenden conseguir la certificación como Ecoplayas. Y en noviembre el certificado europeo EMAS (Eco-Management and Audit Scheme) de protección medioambiental. "Este dinero no es un gasto, es una inversión", concluye la concejal.
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