Una agencia vendió 135 entradas falsas para la final del Mundial

Lo que era un viaje para ver la final del Mundial de fútbol en Suráfrica se convirtió para 135 ciudadanos en una pesadilla. Tras desembolsar casi 2.500 euros por persona para poder ver a los integrantes de la selección española enfrentándose a la holandesa, se dieron de bruces con una triste realidad. Primero no había suficientes entradas para todos los aficionados. A eso se unió que los 46 que recibieron el tique de acceso se toparon con la triste realidad de que habían sido falsificadas. La Guardia Civil ha detenido ahora al dueño de una agencia de viajes de Las Rozas, Pablo C., de 35 años, como supuesto autor de un delito de estafa y otro de falsificación de documento público, según informó el instituto armado.

El precio incluía el viaje en avión hasta Johannesburgo, el traslado al estadio y la entrada al partido de fútbol. El servicio lo contrataron 175 personas que pagaron cada una 2.495 euros. Lo hicieron en una agencia de viajes situada en la calle de Gigorgo, en Las Rozas. La desagradable sorpresa llegó cuando solo 40 personas recibieron entradas auténticas. Se las había facilitado directamente la Federación Española de Fútbol a Pablo C., según declaró después él mismo a la Guardia Civil. El resto, hasta 135, se quedaron fuera, ya que 46 de ellos recibieron entradas, pero los responsables de seguridad del estadio surafricano se dieron cuenta de que habían sido falsificadas por el dueño de la agencia de viajes.

Denuncia en Barajas

Un total de 80 pasajeros denunciaron lo ocurrido nada más aterrizar en el aeropuerto de Barajas. La Guardia Civil comprobó que la agencia de viajes no estaba registrada como tal en el Registro Mercantil. Se trataba de una sociedad limitada cuyas acciones pertenecían a una sociedad anónima. Esta la dirigían un presidente y tres consejeros. Justo un día antes de la final, el presidente y el primer consejero delegado renunciaron a sus cargos y dejaron toda la empresa a Pablo C., que fue el que viajó a Johannesburgo, según la Guardia Civil.

El supuesto autor declaró ante los agentes acusado de un delito de estafa. Él mismo reconoció que había dado las entradas falsificadas, por lo que los agentes le imputaron el delito de falsificación, según el instituto armado. Pablo C. declaró a Efe que había devuelto el 90% de las cantidades abonadas y que había denunciado a la mayorista de viajes, de origen noruego.