"Lorente es rehén del interés de Fenoll"

Antonia Moreno (Orihuela, 1961), profesora de Literatura, irrumpió en la política en 2006 para hacerse cargo de la disuelta agrupación local del PSPV de Orihuela. La portavoz del Grupo Municipal socialista en el consistorio oriolano, y diputada provincial, se ha convertido en el azote de la alcaldesa, Mónica Lorente, del PP. Para Moreno, el devenir de la gestión del Ayuntamiento en los 23 años de gobierno del PP ha estado marcado por la mezcla de los intereses electores del PP y los vinculados a los negocios de Ángel Fenoll, industrial afín a los populares. "La gestión de Lorente está secuestrada por los intereses de Ángel Fenoll", asevera.

Pregunta. Primero fue el caso Orihuela y ahora el caso Brugal. ¿Cuál es origen de esta ola de corrupción que envuelve la vida pública en Orihuela?

"La actitud de Lorente ante el arresto de sus tres ediles fue cobarde"

"El PP no toma medidas ejemplares porque sus líderes son los imputados"

Respuesta. Toda Orihuela sabe lo que ha sucedido en el Ayuntamiento en los últimos 23 años. Luis Fernando Cartagena [primer alcalde del municipio, del PP] descubre que hay un empresario valedor que procura el avance electoral del PP. Y a partir de ahí, se produce una fusión de intereses. El empresario es Ángel Fenoll [cabecilla de la trama Brugal, según la investigación], un factótum constante en el devenir del PP oriolano. Primero con Cartagena, luego con José Manuel Medina, y ahora con Mónica Lorente. Fenoll ha conseguido que llegaran al poder y lo retuvieran.

P. ¿Cómo se evidencian esas relaciones de Fenoll con los dirigentes del PP?

R. Las relaciones entre Fenoll y la alcaldesa Lorente son evidentes y palpables para todos los vecinos de Orihuela. Empezando por su presencia física en los mítines del partido, en las noches electorales y por su activa participación y la de sus empleados cuando Lorente le disputa la presidencia local del PP a José Manuel Medina, en 2005.

P. ¿Cuál es la responsabilidad del PP, que ocupa el poder local?

R. Toda. Es evidente que lo que tienen son intereses.

P. ¿Qué intereses?

R. Sencillamente gobernar y mantenerse en el poder a través de alianzas económicas. ¿Qué gana el PP? Es evidente, que Mónica Lorente fuera la presidenta del PP local, y luego la candidata y que obtuviera todo esto a cambio de mantener los intereses económicos de este empresario, es decir, la contrata de basuras del municipio. Un contrato de 9,5 millones de euros al año, adjudicado a una UTE tras la que se esconde Ángel Fenoll.

P. ¿Cómo enjuicia la gestión de Lorente?

R. Ha sido una gestión secuestrada por los intereses de Ángel Fenoll. Todos esperábamos un cambio profundo, pero sólo tardamos tres meses en descubrir no sólo que no iba a haber cambio, sino que era peor que lo que había. Una gestión más hermética y blindada, que la de su antecesor, José Manuel Medina. Y sobre todo cuando descubrieron que la información podía ser un arma arrojadiza contra ellos.

P. ¿Obedece a eso la negativa de la alcaldesa a facilitar las facturas de los pagos al grupo de Fenoll?

R. En efecto. Yo le he pedido información sobre 11 mercantiles, pero me las ha negado ya en cinco ocasiones. Qué hay en esas facturas para mantenerlas ocultas y asumir el riesgo jurídico en el que incurre al no darlas.

P. ¿Cómo valora la postura de Lorente ante la imputación de sus tres ediles en el caso Brugal?

R. Ha sido una actitud cobarde. El día de las detenciones ella estuvo desaparecida, sin dar la cara. Y luego ha recurrido a los argumentos y estrategia habitual de los dirigentes del PP ante casos de cargos imputados. Es decir, no pasa nada, tranquilidad, esgrimir la presunción de inocencia y apelar al victimismo sobre supuestas campañas de persecución política.

P. ¿Y la manera como Ripoll ha encajado su imputación?

R. A Ripoll le hemos pedido que se vaya a su casa, para no hacer daño a su partido. Yo soy de las que piensa que a los partidos no se les imputa, sino a las personas físicas. Y sean del PP o del PSOE, todos tendríamos que tener claro esta premisa. El partido tiene que asumir su responsabilidad con esos imputados, como hemos hecho nosotros. Pedimos esa responsabilidad a Rajoy, Camps y Ripoll, para que podamos seguir diciendo que el PP es inocente. Pero en el caso de los populares hay una esquizofrenia. Quienes tendrían que llevar a la práctica las medidas ejemplarizantes, es decir, sus dirigentes, son los imputados: Ripoll, en Alicante; Camps, en Valencia; y Fabra, en Castellón.

P. ¿En qué se parecen y en qué se diferencia el caso Gürtel y el caso Brugal?

R. Los parecidos son los fraccionamientos de pagos, o con reparos de ilegalidad, adjudicaciones a dedo y a empresas vinculadas a los eventos o las basuras. La diferencia es que Gürtel, o sea Camps, no le llega a Brugal, es decir Lorente, ni a la suela del zapato en el apartado económico. Los pagos que Fenoll ha recibido en esta legislatura llegan a 40 millones, y más de 100 en la última década.

P. ¿Cuál es la responsabilidad del empresariado?

R. Fenoll no es un empresario. Fenoll es una especie de capo que hace las cosas al margen del ordenamiento jurídico.

P. ¿Por qué el resto de empresarios no se ha rebelado ante ese favoritismo del PP ante Fenoll que usted denuncia?

R. Hay un gran malestar entre el empresariado de La Vega Baja por el modo de funcionar, trabajar y contratar del equipo de Lorente. Primero porque no hay transparencia en las adjudicaciones, segundo porque no hay libre concurrencia y tercero, porque no tienen claro que se lo lleve el mejor y más barato. Están hartos de ver cómo todo el poder político se acopla a un entramado particular.

P. Pero ese malestar no ha trascendido. ¿Por qué?

R. Es evidente que no dan el paso de la denuncia, porque automáticamente han sido amenazados con no trabajar nunca más para esa Administración.

P. ¿La sociedad oriolana es tan insensible a esta promiscuidad entre lo público y lo privado como aparenta?

R. Es verdad que la sociedad oriolana ha estado callada. Pero también hasta ahora. Con motivo de los actos de la fiesta del Oriol, el pasado día 16, hubo un punto de inflexión. Ripoll estuvo en el acto y tuvo que soportar dos sonoros abucheos por parte del público. Ello quiere decir, aunque sea en el plano metafórico, que los vecinos de Orihuela ya han decidido saltar la valla.

P. ¿Por qué el PSPV no ha sabido contrarrestar en las urnas el desgaste del PP?

R. La historia del PSPV en Orihuela ha sido complicada. Pero la historia del PSPV que yo escribo empieza en 2006. Por primera vez el grupo está sólido y unido y por primera vez acabaremos una legislatura sin escisiones ni disputas internas. Estamos dando imagen de seriedad y responsabilidad.

P. ¿Ha sentido el respaldo de la ejecutiva nacional del PSPV en su campaña de denuncia de los supuestos casos de corrupción en el Consistorio?

R. Sí, en todo momento, y directamente de la mano de nuestro secretario general, Jorge Alarte.

P. ¿Será la candidata socialista a la alcaldía en las próximas municipales?

R. No soy yo quien lo tiene que decidir, pero a mí me gustaría serlo.

P. ¿Qué alternativas ofrece para regenerar la vida pública oriolana?

R. Un cambio de gobierno en Orihuela significará automáticamente una apuesta por la transparencia, con independencia de quién sea el ganador. La corrupción nos cuesta muy caro y paraliza la gestión. Esta legislatura ya está finiquitada.