_
_
_
_
_
Reportaje:Moda

Las razones de Carmen March

La diseñadora mallorquina explica los porqués de su inesperada retirada en su mejor momento creativo

Elsa Fernández-Santos

En el mismo lugar donde debutó con su primer desfile -aquel imponente Banco Central que antes de reconvertirse en Instituto Cervantes fue un edificio fantasma abierto a la música, la moda y una despreocupada juventud urbana-, Carmen March cerraba ayer un "ciclo" profesional con un vestido inspirado en Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes.

Un vestido-punto-final presentado dentro de la exposición 20 trajes para Europa, en la que literatura y moda componen una curiosa sopa de letras y tela. "Venir hoy aquí era una buena manera de cerrar el trabajo de estos años", señala la diseñadora mallorquina, que el próximo 30 de abril clausura su taller y su tienda madrileña pese a encontrase en el mejor momento creativo de su carrera. "Del modo en que yo lo tengo planteado no es viable financieramente. Y la opción viable no me interesa. Yo quiero hacer las cosas a mi manera y si no puedo hacerlas así, pues prefiero no hacerlas. La moda es ilusión y algo tan absurdo como esto sólo tiene sentido si puedes ser tú misma en todo momento. Chanel estuvo desaparecida veinte años. Así que retirarse no es necesariamente una mala idea".

Para la diseñadora, sus dos hijos (de uno y cuatro años) son ahora mismo también otro obstáculo para seguir adelante. "He tenido que elegir entre pasar más tiempo con ellos y mi vocación. Yo quiero trabajar, pero también los quiero atender. Tal y como concibo este trabajo, que es con una dedicación al 100%, eso es totalmente incompatible. O estoy encima de cada detalle o me vuelvo loca".

March ha defendido un lujo artesanal, siempre a partir de materiales naturales y de máxima calidad. En definitiva, una moda exquisita, casi de piezas únicas, tan imaginativa como real. Al preguntarle si existe en España una clientela capaz de entender y además asumir económicamente esa apuesta, March no se engaña: "Si existe no lo valoran tanto como para que yo haya podido sobrevivir. En España falta verdadera cultura de moda. Nuestra actitud es de nuevos ricos".

La ropa de su último desfile, presentado el pasado mes de febrero en el off Cibeles, no ha llegado a producirse. "Llevo seis meses meditando esta decisión. De alguna manera hice esa colección sabiendo que era la última. De momento quiero parar y ver. Aprender de los errores, que básicamente han sido de planificación. Al final lo que tenemos que hacer es vender ropa y quizá me he equivocado en el planteamiento del proyecto".

Ayer acudió a la sede del Instituto Cervantes para cerrar el círculo de casi una década de trabajo. Se apuntó a la exposición 20 trajes para Europa porque le pareció una idea "bonita e internacional". La exposición, que ya ha pasado por el Instituto de Bruselas y el de Budapest, reúne poesía, ensayos y fragmentos de obras de García Márquez, María Zambrano o Álvaro Mutis a través de volantes, encajes, lunares y colores de diseñadores como Lydia Delgado, David Delfín o José Enrique Oña Selfa o Miguel Palacio.

"Soy lectora compulsiva", asegura March. "Dudé entre Martín Gaite y Delibes, pero como Cinco horas con Mario es uno de mis libros favoritos, pues me decanté por él. Me encanta la rabia del personaje, cómo espera a que él se muera para ponerle verde. Además, tenía un tejido que era perfecto: un estampado de tormenta, desapacible, perfecto para vestir todos estos resquemores".

Carmen March.
Carmen March.L'ESTROP
"...Sólo entonces descubrió que Amaranta Úrsula no era su hermana, sino su tía..." <i>Cien años de soledad</i>, Gabriel García Márquez.
"...Sólo entonces descubrió que Amaranta Úrsula no era su hermana, sino su tía..." Cien años de soledad, Gabriel García Márquez.JULIO MOYA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_