Rollán rechaza hablar del padrón en el pleno de Torrejón de Ardoz

El empadronamiento de inmigrantes irregulares sigue siendo un frente abierto para los grupos políticos en Torrejón de Ardoz. Izquierda Unida y PSOE abandonaron ayer el pleno municipal después de que el alcalde, Pedro Rollán (PP), se negara a debatir una moción que presentaban ambos grupos -IU, por tercera vez- en la que pedían explicaciones sobre las ilegales normas de empadronamiento que el alcalde aplicaba desde 2008 y que el pasado lunes retiró tras conocer el informe de la Abogacía del Estado. En ese lapso negó el empadronamiento a los extranjeros con visado de turista y a los ciudadanos que no dispusieran de un mínimo de 20 metros cuadrados por cada morador de la vivienda.

La oposición ya se temía cuál iba a ser la actitud de su alcalde. Y así ocurrió. Pedro Rollán se negó a tratar el asunto. Entonces, el portavoz de IU en el municipio, José Fernández Benito, dijo que se marchaba en protesta. Los socialistas, liderados por la ex alcaldesa Trinidad Rollán, se sumaron al desalojo. Los concejales de la oposición abandonaron el salón de plenos. Mientras, los populares les mostraban la portada de ayer de EL PAÍS, en la que informaba de que el Gobierno plantea una ley que impida los pisos patera. El público de la sala, partidario del alcalde, jaleó y aplaudió la actitud del regidor. Eran sobre todo personas mayores que habían llegado una hora antes del inicio del pleno. Ocuparon todo el espacio. Los colectivos de inmigrantes llegaron más tarde y no lograron entrar.

Trinidad Rollán explicó, ya fuera de la sala, que lo único que querían era preguntar al alcalde por qué había estado mintiendo al asegurar que aplicaba la ley, cuando en realidad restringía el empadronamiento de algunos inmigrantes. "Es una irresponsabilidad por su parte utilizar a los extranjeros con fines electorales sin importarle que se vean afectados derechos tan básicos como la sanidad o la educación. Lamentamos que ahora la opinión pública considere a Torrejón un pueblo racista por su culpa", dijo la portavoz socialista, que ya ha solicitado un pleno extraordinario para volver a abordar el tema. El representante mantuvo la misma postura, afirmando que sentía "vergüenza ajena de la actitud de su alcalde". Pronosticó que el regidor mantendrá el acoso.

El equipo de gobierno se pronunció horas más tarde a través de un comunicado. En él culpaba a la oposición de no haberles dejado explicar sus antiguas normas de empadronamiento y manifestaba su satisfacción con el Gobierno central por "sumarse a su tesis". El Ejecutivo de Rodríguez Zapatero no impedirá el empadronamiento a personas con visado de turista ni limitará el espacio mínimo para poder registrarse a 20 metros cuadrados, pero sí introducirá la posibilidad de que se deniegue el empadronamiento en pisos superpoblados.