Florentino Pérez vuelve con Valdano y Zidane

La decisión de Florentino Pérez de volver a presentarse o no a las elecciones del Madrid dependía de motivos personales. Quedaron resueltos a finales de abril, pero el ex presidente ha ido retrasando el anuncio de su candidatura. Esos motivos personales coincidieron, casualmente o no, con la remontada o, mejor dicho, intento de remontada de Raúl y compañía. Después de la asamblea celebrada el 30 de marzo -en la que se conoció la fecha de las próximas elecciones, el 14 de junio-, la racha de victorias del equipo centró la atención, por primera vez en meses, más en la lucha por alcanzar al Barça en la Liga que en los temas institucionales. Pero ahora, tras una de las peores derrotas vividas en Chamartín, el 2-6 contra el peor rival, el ex dirigente ha decidido que ha llegado la hora de asomarse al ruedo.

El argentino será director general y el francés se perfila como asesor deportivo

El italiano Ancelotti ocupa el primer puesto de aspirantes al banquillo de Chamartín

Florentino Pérez ha comunicado a su entorno más cercano que convocará a los medios para anunciar el 14 de mayo que se presentará a las elecciones del mes siguiente y para desgranar las claves de su proyecto institucional y deportivo. "El lugar todavía no está elegido", comentaron ayer fuentes cercanas al ex presidente del Madrid. Sí está elegido el núcleo duro de su proyecto: Jorge Valdano y Zinedine Zidane. Valdano, que ya trabajó con él durante cuatro años en el anterior mandato, le acompañará como director general del club. Por decirlo de alguna forma, se convertirá en una especie de Adriano Galliani español: el administrador delegado del Milan hace a la vez de administrador, vicepresidente, mano derecha de Silvio Berlusconi y director deportivo. Zidane, el segundo de los galácticos fichado en su momento por Pérez, tras Figo, se perfila como asesor. El ex dirigente quiere contar con su experiencia deportiva.

En la libreta de los deseos de Florentino Pérez y en la casilla de entrenadores, Carlo Ancelotti sigue ocupando el primer puesto para el banquillo. El italiano está vinculado al Milan hasta junio de 2010, pero Galliani, al que le une una profunda amistad con Florentino, estaría dispuesto a dejarle marchar antes de tiempo siempre y cuando el Madrid le compensase sumando al pago del fichaje el montante del sueldo del año de contrato que le queda. Ancelotti todavía no se ha sentado a negociar con Berlusconi y se debate entre aguantar un año más en el Milan -sin tener las manos libres, ya que es el propio Berlusconi el que mueve los hilos para hacer las alineaciones- con vistas al banquillo de la selección italiana tras el Mundial de Suráfrica 2010 o emprender una aventura extranjera. Los que le conocen bien dicen que entre las sirenas inglesas -del Chelsea de Roman Abramóvich- y las españolas, optaría por las segundas: por clima, idioma y tipo de juego.

Igual que la elección del técnico, la junta directiva que, de ganar las elecciones, acompañaría a Florentino Pérez tampoco está del todo perfilada. Así lo confirmó ayer Eduardo Fernández de Blas, presidente de Ética Madridista y hombre fuerte de Pérez en los últimos meses. De Blas fue quien pactó con Vicente Boluda el orden del día de la pasada asamblea y, sobre todo, los miembros de la nueva junta electoral -órgano que se encarga de organizar el proceso-. "Nunca oculté que tengo una muy buena relación con Florentino. Sé que cuenta conmigo para la directiva, pero aún no me ha comunicado nada. No me consta que lo haya hecho con nadie. Cuando lo haga, estaré encantado de decir que sí", comentó ayer a este periódico.

Parece que han pasado siglos desde aquella noche del 27 de febrero de 2006 en la que Florentino Pérez sorprendió a todos anunciando su dimisión. "Soy el culpable de haber malcriado al vestuario. Soy un tapón que es necesario quitar. El equipo necesita un revulsivo", dijo. El día anterior, el Madrid había caído en Mallorca por 2-1. Cuatro días antes, después de ser eliminado en los octavos de la Champions por el Arsenal, Pérez había asegurado que no se sentía "hastiado" y que, de haber elecciones, estaría encantado de "volver a presentarse" a ellas.

Ahora, tres años y medio después y tras la peor crisis institucional -con amaño de asamblea incluido- vivida por el Madrid, Florentino Pérez se ha vuelto a asomar al escaparate del que había huido para "ser un revulsivo".