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Duchamp, Cadaqués y los burdeles

Victoria Combalia

Ha aparecido un libro sobre Duchamp en España que vuelve al tema de Duchamp en Cataluña. Duchamp estuvo en Cadaqués en 1933 con Mary Reynolds y luego a partir de 1958 hasta su muerte. En 1984, Félix Fanés identificó el lugar llamado Salt de la Caula, a 15 kilómetros de Figueres, como el fondo de una fotografía donde se ve a Marcel y Teeny Duchamp, y a la hija de la fotógrafa Denise Brown Hare. Y sugería que el paraje era extraordinariamente parecido al del fondo de la famosa obra Etant donnés, de Duchamp, donde el espectador puede ver a través de dos agujeros, abiertos en una antigua puerta, a una mujer con el pubis afeitado tumbada en un lecho de ramas, con las piernas abiertas y sosteniendo una lámpara de gas en una mano. De hecho, la cascada del fondo de la obra no es ésta, sino otra extraída de una postal de un paisaje suizo (descubierto en l980 por Felix Kaelin), pero la localización del lugar como lugar duchampiano fue importante.

Es usual que los investigadores españoles citen las fuentes extranjeras sobre un tema, pero no a sus colegas del país

El artista Joan Casellas, autor de performances y cronista fotográfico de la escena de la performance en Cataluña, organiza en La Caula cada año unos encuentros de poesía y acciones que tituló La Muga Caula, de Muga, el río que transcurre por aquellos parajes, y caula, caliente en latín.

La lectura del libro me hizo revivir mi constante interés por Duchamp y pensar que ahora era el momento en que podía dar dos informaciones al lector, la una inédita y la otra no, porque ambas tienen que ver con el tema que nos ocupa. Al haber sido durante 11 años la compañera sentimental de Jean Jacques Lebel, hijo de Robert Lebel, que fue amigo de Duchamp y su mejor biógrafo, he tenido, como es natural, acceso a muchos datos que nunca publiqué por dos razones: la primera es que Duchamp es un autor, como dijo Apollinaire, "hermético y abstruso", y la segunda, derivada de la primera, es que precisamente por ello todo el mundo se permite emitir interpretaciones. Pero lo cierto es que tras los estudios de Lebel padre, Arturo Schwarz, Jean Suquet, William Camfield, Jean Clair, Francis M. Naumann, Juan Antonio Ramírez y tantos otros, está casi todo dicho y publicado. Sin embargo, aún queda algo por decir sobre el componente erótico en Duchamp, quien había afirmado: "Lo único serio que podría considerar es el erotismo". Pues bien, yo siempre he visto la cascada del Etant donnés (1966) como una lluvia de oro, algo manifestado ya por Jean Jacques Lebel (en Chimères, 5/6, París, l988) y posteriormente publicado en el catálogo Féminimasculin (París, Centre Pompidou, 1995), y también por Michael Taylor en el mismo catálogo ("el que ve", dice, "es regado"). Un collage previo del mismo Duchamp en el que la figura femenina levanta la pierna no hace sino corroborarlo, así como este hallazgo de las aguas calientes de la Caula.

Un buen día, en 2000, Jean Jacques Lebel me contó que en los años sesenta habían ido a veranear a Cadaqués, residiendo en casa de Duchamp. Y que Duchamp y él fueron a los burdeles de Barcelona. "¿Y follaba o miraba?", le pregunté yo. "Follaba", me contestó. Así que, además de exponer su famoso Desnudo bajando una escalera, de 1912, en la galería Dalmau de la calle de la Portaferrissa, donde pasó, por cierto, sin pena ni gloria, también honró con su presencia carnal las casas de citas de nuestros barrios bajos.

Volviendo al libro que ha suscitado una gran polémica: Joan Casellas acusa de plagio a su autora, Pilar Parcerisas, por robarle el poético título de La Muga Caula en uno de los capítulos de su libro. Joan Casellas localizó también adecuadamente otra fotografía del lugar atribuyendo correctamente la foto a Man Ray, de lo que también Parcerisas se apropia sin citar ninguna fuente. Una vez más,podemos recordar que es usual que los investigadores españoles citen prolijamente las fuentes extranjeras sobre un tema, pero no a sus colegas del país. Porque los investigadores foráneos suelen poner pleitos, mientras que en España la práctica del robar de aquí y de allá es moneda común. Un tema para la reflexión, en un momento en que no paramos -en Cataluña y España en general- de darnos autobombo en casi todos los ámbitos. En el financiero y en el académico, sin duda tenemos mucho que mejorar.

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