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Reportaje:Gran Premio de Malaisia

Sigue la dictadura de los Brawn

Button logra su segunda 'pole', Ferrari comete un gran error y Alonso partirá noveno

La batalla de los difusores no ha concluido. En las primeras sesiones de entrenamientos en Malaisia pareció que Ferrari tenía armas para luchar contra los dobles difusores de los Brawn GP, Williams y Toyota. Pero fue un espejismo. No hay ningún equipo en el paddock capaz de alcanzar sus tiempos ni de mantener su ritmo. Al final, Jenson Button volvió a ser el más rápido y consiguió la segunda pole position consecutiva para el equipo Brawn. Rubens Barrichello, su compañero, acabó cuarto con problemas de subviraje, aunque saldrá en octava posición por haber cambiado la caja de cambios. El único coche que logró meterse entre los de los difusores cuestionados fue el Red Bull de Sebastian Vettel, pero con una carga de gasolina muy inferior. Vettel, tercero, perderá 10 posiciones en la parrilla por la sanción que sufrió en Australia por provocar una colisión con Kubica. Las grandes escuderías, sin embargo, siguen lejos de la cabeza. Todas están esperando noticias de la Corte de Apelación que se celebrará el próximo día 14, en la que debe decidirse si los dobles difusores son legales o ilegales. "Es indispensable que las normas se clarifiquen para saber qué dirección debemos tomar", esgrimió ayer Kimi Raikkonen, el mejor Ferrari, que saldrá en séptima posición. La Scuderia cometió ayer un gravísimo error que dejó a Felipe Massa eliminado en la primera sesión de la clasificación. Los estrategas del equipo creyeron que con el primer tiempo marcado por sus pilotos ya era suficiente para estar entre los 15 mejores. Querían preservar un juego de neumáticos blandos para la carrera. Pero se equivocaron de plano. Aunque Massa había marcado el cuarto mejor tiempo, el circuito fue mejorando con la caída de las temperaturas y los tiempos de los demás equipos fueron bajando en los segundos intentos. Rosberg, Nakajima, Hamilton, Kovalainen y Alonso, entre otros, pasaron por delante de Raikkonen y de Massa.

"Hemos cometido un pecado de presunción", clamó Luca Colajani, jefe de comunicación de Ferrari. El descalabro no fue tan enorme para Fernando Alonso, porque el español realizó una vuelta memorable a muerte en la segunda tanda de la clasificación y logró entrar por poco en la Q3. Una vez allí optó por no hacer ningún intento. Simplemente salió a dar una vuelta para comprobar el comportamiento del R29 con la carga de gasolina -75 kilos, uno de los más cargados- elegida para la carrera. Hizo el décimo mejor tiempo en la Q2, a un segundo de Button. Ahí se quedó en su último intento, pero saldrá noveno gracias a la sanción de Vettel. "Lo que hemos podido constatar es que no somos lo competitivos que esperábamos", confesó. "Nos faltan cinco o seis décimas para poder luchar contra los mejores. Espero que el coche haya mejorado mucho ya en China. La base es buena. Partimos de mucho más arriba que el año pasado. Pero no somos tan rápidos como creíamos".

Tanto Alonso y los Ferrari como los McLaren esperan que el KERS les ayude en la salida y en los adelantamientos en este trazado. Pero si se confirman los pronósticos de lluvia, la efectividad del KERS será nula. "Si llueve no puedes utilizarlo porque la llegada masiva de 80 CV provoca que las ruedas patinen. Así que nosotros optamos por cerrar el sistema y correr sin él en agua", explicó Alonso.

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