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'Los maestros cantores de Núremberg' en el diván

La obra de Wagner regresa al Liceo tras 20 años de ausencia

Desde que en 1956 el nieto de Richard Wagner, Wieland Wagner, dinamitó desde el mismísimo Festival de Bayreuth la imaginería costumbrista consustancial a las puestas en escena de Los maestros cantores de Núremberg (1868) escudándose en la tesis de que no había lugar para idealizar las callejuelas de la medieval ciudad bávara, arrasada por las bombas aliadas, ya nada ha sido igual sobre la escena para este drama musical en tres actos en el que Wagner introdujo toques de comedia. Tras dos décadas de ausencia, Los maestros cantores regresan a partir de hoy al escenario del Liceo y esta vez los hacen ya sin Núremberg y con un montaje de diván en el que el hiperrealismo de los decorados de Mestres Cabanes presentados en abril de 1989 se transmuta, por obra del director de escena alemán Claus Guth, en una lectura psicológica.

El montaje de Claus Guth servirá como debut wagneriano de Véronique Gens

Las típicas casas alemanas de paredes entramadas reproducidas cientos de veces en los montajes de aire romántico de Los maestros cantores quedan reducidas en esta producción, procedente de la Ópera de Dresde, a pequeñas casitas de juguete que simbolizan una sociedad tradicional y cerrada que no acepta novedad alguna. Una sociedad, la de los maestros cantores, llena de normas que dinamitará el joven noble Walter, inexperto cantor y pretendiente de Eva -la hija del hombre más rico de Núremberg-, cuya mano es el trofeo para el cantor que venza en el torneo.

El tránsito de ese mundo cerrado de los maestros cantores, que en el primer acto se plasma con un mobiliario de propociones desmedidas, a uno con un resquicio de apertura es el que Guth va mostrando a lo largo de los tres actos de esta ópera que, con los dos entreactos previstos, dura seis horas.

Es una ópera de enormes dimensiones que Sebastian Weigler, responsable de la dirección musical, ve desde la batuta con "una textura de música de cámara", según explicó ayer en la presentación. El montaje, que estará en cartelera en el Liceo hasta el 18 de abril, servirá como debut wagneriano de la soprano Véronique Gens, especialista en Mozart y música barroca, que interpretará el papel de Eva, el único de Wagner, dice, que puede abordar. En su debut estará acompañada en los principales papeles por el barítono Albert Dohmen (Hans Sachs), el también barítono Bo Skovbus (Beckmesser) y el tenor Robert Dean Smith.

Un momento del montaje de <i>Los maestros cantores de Núremberg</i> que presenta el Liceo.
Un momento del montaje de Los maestros cantores de Núremberg que presenta el Liceo.CARLES RIBAS
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