La federación de rugby exige instalaciones dignas
En reiteradas ocasiones, las federaciones valencianas han expresado su malestar por su precaria situación financiera debida a la escasez de recursos y a la tardanza en los pagos por parte del Consell Valencià de l'Esport, que gestiona el deporte de la Generalitat. Ahora le llega el turno al rugby. Hoy el presidente de la Federación de Rugby valenciana, Juan Castro, se reunirá con Cristóbal Grau, el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Valencia, para plantear el mayor problema de este deporte: la falta de instalaciones apropiadas para el rugby en Valencia, donde hay 1.700 federados y dos clubes en División de Honor.
Castro exige que "se cumpla lo prometido, la construcción de la Ciudad del Rugby", un complejo deportivo presentado en mayo del año pasado por el Ayuntamiento, con un plazo de ejecución previsto de 12 meses y, que a cuatro meses de la anunciada inauguración, es un solar a espaldas del pabellón de la Font de Sant Lluís. "Somos conscientes de la sensibilización del Consistorio", afirma con cautela Castro, "pero necesitamos plazos y avances. Solo queremos el mismo trato que el resto de deportes de la ciudad".
Los campos de rugby existentes en Valencia -en El Saler y en el viejo cauce del Turia- se quedan pequeños y no permiten compaginar entrenamientos y partidos. Además, las instalaciones han quedado obsoletas: no hay vestuarios suficientes, ni un gimnasio anexo de musculación, que tampoco está previsto en la futura instalación, y, por si fuera poco, el campo de entrenamiento del río Turia no llega a medio campo del tamaño reglamentario.
