"Los habría salvado apagando la caldera"
Un militar vive atormentado por la muerte de dos compañeros en 2005
Ha esquivado la prisión militar en el último minuto, pero Jorge Miguel Gago Chao, el cabo ferrolano de la Armada que denunció la supuesta negligencia de sus mandos en el accidente de la fragata Extremadura, se confiesa atormentado desde la madrugada del 19 de diciembre del 2005. Una explosión en las calderas de popa del buque, atracado en el Arsenal Militar de Ferrol, mató aquella noche a los marineros Eric Noval y Francisco Pérez Castrillón, de 20 y 28 años. "Si hubiera apagado la caldera, habría salvado dos vidas. No lo hice", se lamenta.
Acató las órdenes de sus superiores, a los que insistió del peligro de mantener las calderas encendidas con niveles de contaminación por cloro que excedían los límites, como declaró ante el juez togado de A Coruña. Fue expedientado en mayo por Defensa y sancionado a dos meses de reclusión tras denunciar públicamente que se cometieron negligencias en el accidente. La Armada le achacó una "falta grave" por realizar manifestaciones "contrarias a la disciplina". El jueves por la noche, el Ministerio de Defensa puso fin a su angustia y le comunicó el archivo definitivo del expediente.
"Ahora tengo que recuperarme y recuperar a mi familia. Ya no puedo volver a esa noche". Su calvario arrastró a los suyos. Llamaron a las puertas de Defensa, recogieron más de 22.000 firmas y congregaron a 2.000 ferrolanos en una protesta el pasado día 12. Tres días después, las súplicas de su madre, Ángeles Chao, llegaron a oídos de la Reina durante un desfile militar en Ferrol. Como "una madre angustiada", burló los controles y entregó a doña Sofía una misiva pidiendo la libertad para su hijo. Para Jorge Gago, quedan atrás cinco condecoraciones castrenses en 14 años de servicio. Ha ganado una batalla, pero aún exige que aflore "la verdad" para honrar a sus compañeros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.