Lil' Wayne, el penúltimo salvador del 'rap'
Las ventas del artista por 'Tha Carter III' le convierten en el fenómeno pop del año en Estados Unidos
El pasado mes de junio, el rapero Lil' Wayne anunciaba que iba a dejar que el público se descargara de manera gratuita temas de su sexto trabajo en solitario, Tha Carter III. Al darse cuenta de que algunas de esas canciones ya circulaban de manera ilegal por la Red, el autoproclamado "mejor rapero vivo" declaró: "Me he dado cuenta de que debo cuidar mejor de mis cosas. Así lo haré". Y vaya si lo ha hecho. Dos meses después, el de Nueva Orleans es, oficialmente, el más lucrativo rapero vivo. Ha alcanzado el número uno de las listas estadounidenses con su single Lollipop, lo ha convertido en el politono más exitoso del año y ha logrado despachar 450.000 copias de su tercer largo durante la primera semana, superando las cifras logradas por artistas mucho más consolidados pero, sin duda, menos hambrientos, como Mariah Carey o Usher.
Logró a los 11 años su primer contrato discográfico; es excéntrico y excesivo
"Sin sus insultos, el público blanco jamás hubiese sabido de mí", dijo de 50 Cent
Así, Lil' Wayne (de nombre real Dwayne Carter, hijo) ya es saludado como el único rapero capaz de salvar al género de la crisis que, en principio, fue sólo creativa, pero que, últimamente, ya era incluso comercial. Mientras las ventas de compactos bajaban un 11% en Estados Unidos, las de los artistas de rap caían un 25%. "Artistas con este éxito, surgen uno cada año, como mucho", comentaba a The New York Times Sylvia Rhone, ejecutiva de Universal Motown, sello que edita los discos de Wayne. "Esto nos demuestra que el mercado aún está vivo, tanto en ventas físicas como en descargas".
Pero ¿de dónde sale este tipo con la cara tatuada, una publicitada afición por colocarse con jarabe para la tos y seguidor declarado de Nirvana? Wayne podría haber sido otra dramática historia de mucho ego y poco éxito, o incluso otro rapero de raperos, respetado en el mundillo pero ignorado por el público. "Iba a ser así", comentaba en una reciente entrevista Sean Fennessey, editor de la revista estadounidense especializada en rap Vibe. "Pero ha llegado Lollipop y ha conectado con el americano medio. No creo que tenga tanto éxito ahora gracias a que los conocedores del rap hayan estado atentos a sus ediciones no oficiales. A éstos ya los tenía, pero al sumárseles gran parte del público, el resultado ha sido un éxito descomunal". Y es que si algo había caracterizado la carrera de este artista que logró su primer contrato discográfico con 11 años y que, con su primigenio combo, Hot Boys, vendió un millón de discos para luego caer en la ignominia, ha sido su frenética actividad y sus peculiares maneras sobre el escenario.
Excéntrico y excesivo, Wayne ha colaborado con Kanye West, Jay Z, Fat Joe o Chris Brown y ha redefinido las reglas de la edición musical, gracias a una anárquica política basada en piratearse a sí mismo, editando en la Red, lejos de las leyes de la industria, toneladas de material. El porcentaje de canciones no oficialmente editadas es mucho mayor que las que conforman su discografía oficial hasta la fecha.
Su actividad durante el pasado año fue tan frenética que la revista Vibe le sacó en portada en noviembre con un titular que rezaba: 'Las 77 mejores canciones de Lil' Wayne en 2007'. Todo esto le ha convertido en el artista más pirateado de la Red. Según la compañía Big Champagne, que se dedica a rastrear las descargas ilegales, el usuario que se hace con sus temas descarga una media de 10 canciones, mientras que la media entre el resto de músicos se sitúa en dos.
Un fenómeno de este tipo no podría haber sucedido sin el interés de la audiencia blanca, pero tampoco sin la necesaria dosis de polémica. Wayne fue detenido en el Beacon Theatre de Nueva York por posesión de armas. Además, en declaraciones a la revista estadounidense Blender, comentó que había dejado de consumir cocaína porque "deja la piel fatal y soy un tipo guapo".
Durante la misma entrevista, Wayne recordaba sus disputas con otro monstruo de la escena del rap, 50 Cent. El autor de The massacre le llamó "zorra" y él le agradeció el detalle: "Sin sus insultos, el público blanco jamás hubiese sabido de mí". Hoy todo el mundo empieza a saber que él no sólo es el mejor rapero vivo, sino el fenómeno pop del año.
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