El maestro de Alcalá fue asesinado antes de la explosión en su piso

Dos días han tenido que pasar para determinar la causa exacta de la muerte de Jorge Ropero Panadero, de 37 años, ocurrida el pasado lunes en su domicilio de Alcalá de Henares (198.700 habitantes). Cuatro forenses estuvieron examinando ayer durante más de cinco horas el cadáver hasta que llegaron a una conclusión. La muerte se produjo por una herida de arma blanca en el cuello, según fuentes judiciales. El análisis del cadáver determinó que éste tenía unos 40 cortes en la espalda, la cintura y el cuello. Eso confirma la tesis inicial de que la víctima había sido asesinada y que el homicida pudo prender fuego a la vivienda para borrar las huellas.

El estudio forense del exterior del cuerpo duró más de tres horas

Jorge Ropero fue hallado muerto en el salón de su casa, después de que se produjera una explosión y un incendio en su vivienda. Cuando entraron los bomberos, la víctima estaba calcinada. En el levantamiento del cadáver el forense vio detalles sospechosos que le hicieron pensar en una muerte violenta previa al fuego del piso. Y ayer se confirmó en el Instituto Anatómico Forense.

La autopsia comenzó a las diez de la mañana con cuatro especialistas. El reconocimiento exterior del cuerpo duró más de tres horas y luego llegó el análisis del interior, que se prolongó otras dos horas. Los forenses concluyeron que la muerte fue por el corte en el cuello.

La víctima también presentaba al menos 40 cortes por la espalda, la cintura y el cuello. El análisis craneal determinó que había recibido diversos golpes muy fuertes en la cabeza antes de morir. La Policía Científica analizó el lunes el piso para determinar si se había utilizado alguna sustancia acelerante en el incendio del piso.

Los familiares de la víctima esperaron durante toda la mañana la conclusión del estudio forense. Hasta las dos de la tarde no fue confirmado. Después no quisieron hacer declaraciones. "Somos una familia humilde de agricultores y no queremos que se hable de este tema", se limitó a decir el hermano del fallecido. A su lado estaba su padre, que permaneció en silencio en todo momento.

Ropero Panadero será enterrado hoy al mediodía en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde nació y donde vive la mayor parte de su familia, entre ellos sus padres. Será trasladado directamente al campo santo, según expreso deseo de la familia.

Fuentes próximas a la familia explicaron que el fallecido era el menor de dos hermanos. Había sido sargento de la Brigada Paracaidista (Bripac) del Ejército, pero decidió abandonar su puesto y pasar a la reserva. Ahora se dedicaba a dar clases de informática. Estaba contratado en un instituto de la localidad, según explicaron sus vecinos en Alcalá de Henares.

Todas las posibilidades del eventual crimen quedan abiertas tras la autopsia. Fuentes próximas a la familia explicaron que sus allegados no echaron en falta ninguna pertenencia, lo que descarta en principio la hipótesis del robo. "Era una persona a la que no se le conocía ninguna amenaza ni que estuviera pasando problemas. Estaba saliendo con una mujer tras su separación", explicaron las citadas fuentes.

Algunos vecinos comentaron el día del incendio que vieron salir a una persona (supuestamente un hombre) instantes después de que se produjera el incendio y la posterior explosión en la vivienda. El fallecido tenía en la cocina dos bombonas de butano que quedaron intactas tras la deflagración.