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Interior envía a Kabul la avanzadilla española de la misión policial de la UE para Afganistán

Doce policías y guardias civiles asesorarán una fuerza civil afgana de lucha contra el crimen

Jorge A. Rodríguez

La misión policial española en Afganistán ya está en marcha. Dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía y uno de la Guardia Civil montan desde el 7 de agosto en Kabul la cabeza de puente que preparará la llegada de otros nueve funcionarios españoles que se incorporarán a la misión policial europea en ese país (Eupol Afganistán), cuyo objetivo es colaborar en el establecimiento de una policía nacional afgana. La mitad de los agentes se establecerán en Kabul, y el resto, en Badghis, provincia cuya reconstrucción corresponde a España. La misión contará con 195 agentes de la UE.

"El mandato de esta misión policial de la Unión Europea en Afganistán es prestar su asesoramiento como expertos en la materia para el establecimiento de la policía nacional afgana", aseguró ayer desde Kabul el portavoz de la misión Eupol en Afganistán, Julio de la Guardia. El objetivo es formar a unos 60.000 policías civiles afganos, a los que los agentes de esta misión de Eupol prestarán asesoramiento en las tareas en las que son expertos, harán un seguimiento de la formación e incluso participarán en el adiestramiento.

Los tres primeros enviados policiales españoles llegaron a Kabul el día 7 de agosto y, tras una primera fase de aclimatamiento, está previsto que se incorporen a la secretaría general de la Junta Internacional de Coordinación Policial (IPCB en sus siglas en inglés). El próximo día 25, en una ceremonia al más alto nivel, se inaugurará en el cuartel general de Eupol en Kabul la IPCB, el órgano que asumirá la coordinación entre la policía europea, las fuerzas de Estados Unidos, las de la OTAN, Naciones Unidas y el Ministerio del Interior afgano.

El despliegue de los españoles ha sido preparado durante los últimos meses por el comandante de la Guardia Civil Francisco Rodríguez Lorenzo. Éste estuvo durante parte de junio y julio evaluando la misión y sus riesgos para plantear el despliegue. La cabeza de puente ya está trabajando a tiempo completo a la espera de la llegada de sus compañeros, que ya están designados, tienen asignadas sus funciones y dispuesto su alojamiento, así como los dispositivos de escolta montados por ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad de Afganistán), según aseguró De la Guardia.

Ya elegidos

Fuentes de la policía y la Guardia Civil española aseguraron que los elegidos para la misión ya están "en primer tiempo de saludo", con sus papeles en regla, listos para partir hacia Afganistán en cuanto sean requeridos. El Ministerio del Interior español confirmó el envío de la cabeza de puente a Kabul y precisó que, al tratarse de una misión policial, no es necesaria la autorización del Congreso de los Diputados, como sí precisan las de carácter militar. La incorporación será paulatina y dependerá de las condiciones logísticas en Afganistán.

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En principio, seis de los agentes desarrollarán su misión en Kabul, mientras el resto lo hará en la provincia de Badghis, donde está instalado el Equipo de Reconstrucción Regional (PRT, en sus siglas inglesas) del Ejército español. Inicialmente, las autoridades españolas pretendían que la totalidad de los agentes desarrollasen su labor exclusivamente en la zona de Badghis. "Es lógico que cada país quiera que la protección se la den sus propias tropas", asegura el portavoz de Eupol.

Los agentes de la misión europea, 195 en principio, se desplegarán tanto en Kabul como en las cinco comandancias de policía regionales y los PRT de la OTAN. Todas las unidades estarán al mando del general brigadier alemán Friedrich Eichele.

El establecimiento de la Misión de la Policía de la UE en Afganistán, una acción común de Política Exterior y de Seguridad Común (sacralizada en el documento 2007/369 PESC), de la que es responsable Javier Solana, fue respaldada por los ministros de Defensa de la UE el pasado mes de mayo. La misión fue puesta en marcha en Kabul el pasado 17 de junio, con la participación del representante especial de la UE en Afganistán, Francesc Vendrell, y el ministro del Interior afgano, Zarar Ahmed Moqbel.

La misión tiene prevista una duración de tres años, parcelada en periodos de seis meses renovables. La policía nacional y el cuerpo de control de fronteras al que la misión de Eupol prestará asesoramiento, tutoría e instrucción, es considerado vital para extender "el imperio de la ley en todo el territorio del país" y para que los agentes desarrollen su trabajo dentro de los "estándares europeos", "con respeto a los derechos humanos". Inicialmente, la misión tiene un presupuesto asignado de 43,6 millones de euros para su desarrollo hasta el 29 de marzo del año que viene, es decir, para el primer semestre.

Un fiscal para Jaber, en el aire

La misión policial española en Afganistán, dentro del despliegue de asesoramiento de Eupol para el establecimiento de una policía civil en aquel país, debía contar con un fiscal. La previsión era que ese representante del ministerio público español se convirtiera en asesor personal del fiscal general afgano, Abdul Jabar Sabet, según aseguró ayer el portavoz en Kabul de Eupol, Julio de la Guardia. Sin embargo, aunque inicialmente ya se había elegido a un fiscal para este cometido, cuestiones de última hora han demorado la decisión y, hoy por hoy, no hay previsión de mandarlo.

El envío de un representante del ministerio público español fue planteado antes del verano en la Fiscalía General del Estado. Inicialmente fue elegido un fiscal catalán que se había inscrito en la lista elaborada por dicho organismo con los voluntarios a participar en misiones de colaboración internacional en lugares de crisis.

Sin embargo, por cuestiones que las fuentes consultadas no han precisado, el nombramiento no llegó a concretarse. De hecho, hoy por hoy, no hay previsión alguna de mandar un fiscal español a Afganistán, pese a que en Kabul ya se da por hecha su próxima llegada.

Eupol tenía previsto que el fiscal español fuese un asesor personal de Jaber Sabet, quien en las últimas fechas ha sido objeto de polémica. El pasado 8 de junio, según declaró el propio fiscal general afgano a la prensa internacional en Kabul, fue objeto de una agresión por parte de "un grupo de hombres leales a un antiguo funcionario del Ministerio del Interior, en represalia por su campaña en contra de la corrupción". Sabet dijo que fue golpeado con culatas de rifles y que los atacantes dispararon sus armas.

Anteriormente, en abril, ordenó la detención de varios periodistas de Tolo Televisión, acusados de desobedecer sus órdenes y de violar las leyes de medios de comunicación afganos. La operación provocó protestas de un centenar de policías afganos y de la ONG Human Right Wath.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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