"Hay que salir de España"

Gol. En el primer minuto de su primer partido en la Premier League. Kepa Blanco, de 23 años, un canterano del Sevilla cedido al West Ham, inauguró con autoridad su estreno en el fútbol británico. Sustituyó a Harewood en el minuto 76 y, en su primer toque al balón, batió al portero del Liverpool, el también español Reina. Su tanto no evitó, sin embargo, la derrota del West Ham (1-2). Ocurrió el pasado martes.

En cualquier caso, fue la tarjeta de presentación soñada por Kepa. "Es un depredador en el área. Muy diferente de los delanteros que tenemos. Es un ariete a la antigua usanza, listo para fabricar goles cazando balones perdidos", le definió su nuevo entrenador, Alan Curbishley.

Kepa confirma a su técnico y dice que "su estilo de juego, rápido y físico, se adapta mejor a la Liga inglesa que a la española". El marbellí es ahora un hammer (martillo), como son conocidos los jugadores y aficionados del tradicional equipo londinense. Desembarcó en el Reino Unido, la semana pasada, después de un acuerdo de cesión con opción de compra al final de la temporada entre el Sevilla y el West Ham.

Recién casado, sin coche, sin casa y armado con "un inglés de bachiller", Kepa intenta adaptarse rápidamente a su nueva ciudad. En pocos días ha cambiado la ribera del Guadalquivir por las vistas del Támesis, que divisa desde la habitación de su hotel, en la bulliciosa zona de Canary Wharf. Es un nombre más en la lista de canteranos españoles que no encuentran oportunidades en los clubes de su país y deciden marcharse a otros extranjeros. Sólo pudo jugar 12 partidos este curso con el Sevilla, la mayoría de ellos arrancando desde el banquillo. Fue relegado por el entrenador, Juande Ramos, que eligió la experiencia en la delantera del francés Kanouté, el brasileño Luis Fabiano y, ahora, el ruso Kerzhakov, fichado en el mercado de invierno. "Mi situación es la misma que la de muchos otros canteranos. No es agradable, pero así es el fútbol de hoy. Hay que salir de España para tener minutos de juego", concluye Kepa, sin complejos delante de sus nuevos desafíos.

El gol de Kepa en su debut renovó las esperanzas de recuperación de un alicaído West Ham. El millonario finlandés Eggert Magnusson compró el club por 127 millones de euros, en noviembre de 2006, y se lo regaló a su padre, Bjorgolfur Magnusson. Hay mucho dinero, pero los resultados son más bien modestos. Los hammers coquetean peligrosamente con el descenso: son los terceros por la cola en la Premier League, con 20 puntos en 25 jornadas.

El delantero argentino Tévez, un fichaje de 35 millones de euros, todavía no ha marcado un solo gol en los nueve partidos que lleva jugados. Y, sin fútbol, los aficionados se divierten con la farándula. En Upton Park poco se habla del pase de Zamora en el primer gol de Kepa. El tema estrella es el estreno de Nicole T., la mujer de Zamora, en el programa televisivo Wags Boutique, un concurso subido de tono en el que participan novias y esposas de futbolistas.