El 'tigre de los Balcanes'

Serbia ha completado un nuevo año creciendo al 6%, confirmando su buena marcha económica y su recuperación después de las sucesivas guerras que el país enfrentó la década pasada. Esta recuperación le ha valido el apodo del tigre de los Balcanes, en una economía basada en la inversión extranjera y donde las importaciones todavía duplican a las exportaciones.

El déficit exterior es una de las asignaturas pendientes: entre enero y noviembre de 2006, las importaciones duplicaron a las exportaciones

Serbia ha retomado su transición hacia una economía de libre mercado sustentada en un proceso privatizador que busca inversión extranjera

La economía serbia ha registrado un crecimiento del 5,8% durante el año pasado según las últimas cifras oficiales. Este dato mantiene el alza sostenida del PIB durante esta década, que ha crecido una media del 5% y que año pasado se situó cercano al 6%. Estas cifras vienen a conformar que el país balcánico deja atrás la crisis económica después de una década de sucesivas guerras civiles.

Después del ataque de la OTAN en 1999 y la salida de su ex presidente Slovodan Milosevic, la economía serbia ha retomado su transición hacia una economía de libre mercado, sustentada en un fuerte proceso privatizador que ha puesto énfasis en la llegada de la inversión extranjera. Esto significó, en menos de cinco años, crear un nuevo régimen comercial, mejorar el clima inversor, reformar el sistema financiero y educacional y dar un nuevo marco legal al mercado del trabajo.

Inflación a la baja

Esto ha significado que el país redujera sus tasas de inflación desde un 100% de crecimiento anual en 2000 hasta un 9,3% en 2003 y un 6,6% el año pasado. Mientras, se ha pasado de fuertes caídas en el producto interior bruto (PIB) hasta un 4,2% de crecimiento entre los años 2001 y 2003. Gracias al constante aumento de las reservas internacionales también se ha logrado reducir drásticamente la deuda pública hasta el 53% del PIB durante el año 2005.

Las últimas cifras del tigre balcánico indican que la inversión extranjera directa llegó a los 4.000 millones de dólares durante el año pasado, muy superior a los 900 millones registrados el año anterior. Este récord de inversión foránea ya representa el 10% del PIB anual de la república balcánica. Según los datos del Ministerio de Economía, el crecimiento continuará este año y se situará por encima de los 2.500 millones. El PIB serbio ya alcanza los 40.000 millones de dólares.

Gran parte de este crecimiento de la inversión se debe a un importante proceso privatizador que ya ha cumplido 15 años y que ha situado el 80% de la economía serbia en manos privadas. Los datos indican que este año debería cerrarse, además, la venta de la participación estatal en más de 1.000 empresas, de las cuales unas 350 son insolventes. Las estimaciones indican que este paquete de compañías tiene activos por un valor de 6.000 millones de euros.

Asignatura pendiente

No obstante, el comercio exterior sigue siendo una de las asignaturas pendientes de la economía serbia. Entre enero y noviembre del año pasado se registró un fuerte déficit comercial, ya que las importaciones duplicaron las exportaciones. De esta manera se logró un balance negativo de 6.020 millones de dólares, un 10,5% más que en el mismo periodo de 2005. Las exportaciones crecieron un 44% y alcanzaron un volumen de 5.780 millones de dólares, mientras que las importaciones fueron de 11.800 millones de dólares, un 24,7% más que el curso anterior.

Con todo, uno de los grandes problemas de la economía serbia son sus elevadas tasas de desocupación. En 2001, el paro afectaba al 21% de la población activa, unos 3,2 millones de personas, una cifra que ha crecido hasta el 27% en 2005 y que mantiene al 10% de la población viviendo en la extrema pobreza. El gran problema de Serbia es su incapacidad para generar nuevos puestos de trabajo, con unas empresas que aún siguen esperando la adhesión a la Unión Europea.