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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La bolsa de la literatura

Miguel Ángel Noceda

Literatura y economía (o economía y literatura, por ser más respetuoso con el título que lleva este libro) no tienen por qué estar separadas. No lo están. La economía forma parte de la vida y cada vez más se infiltra en las conversaciones y en las actuaciones diarias de los ciudadanos, que tienen mejores conocimientos. Es un error desligarlas, como es un error también poner en los antípodas a los profesionales que se dedican a una u otra cosa. Dicen los coordinadores del libro, Luis Perdices de Blas y Manuel Santos Redondo, que la recopilación que han hecho responde a un intento de "reunir un conjunto de estudios sobre obras literarias que nos resultan útiles para entender diversos fenómenos económicos". Y es verdad que cualquier cuestión económica, cualquier idea económica, se comprende mejor explicada a través de una trama literaria que en los libros de teoría económica. Por otra parte, son muchos los profesionales que centran su actividad en la economía, de una u otra forma, que se apasionan con la literatura y que la ejercen con más o menos éxito.

ECONOMÍA Y LITERATURA

Luis Perdices de Blas y Manuel Santos Redondo (coordinadores)

Ecobook. Madrid, 2006

660 páginas. 38 euros

El origen de Economía y literatura parte de un ciclo de conferencias organizadas por el Instituto de España con el patrocinio del Consejo Económico y Social de Madrid. Las conferencias pronunciadas están incluidas en el libro, así como artículos ya publicados en revistas y trabajos inéditos encargados específicamente para la ocasión. En total son 21 capítulos que abarcan un periodo que va desde el siglo XVI al XX. Aparecen trabajos sobre Cervantes (El Quijote y novelas) en los que se habla de arbitrismo y economía y se analiza la razón por la cual en la obra maestra de la literatura en castellano se omiten referencias a los problemas económicos o políticos de la época siendo Cervantes un hombre de negocios conocedor de la economía; se adentra en el dinero y el contrato en El mercader de Venecia; se ponen en duda los conocimientos económicos de Quevedo al demostrar que no entendía muy bien la teoría monetaria con el vellón en El chitón de las Tarabillas; se analizan las políticas de beneficencia pública en Oliver Twist; se desmenuza lo superfluo y el lujo, algo tan de este tiempo; se define como novelas económicas las obras de Harriet Martineau o se resalta la dedicación que Balzac dio a la quiebra en alguna de sus obras.

También se recuerda que Clarín fue profesor de economía; que el Nobel de Literatura Echegaray fue tres veces ministro de Hacienda; que Ramiro de Maeztu abordó temas económicos en muchos escritos periodísticos o que la industrialización vasca forma parte de muchas obras literarias. Sin olvidarnos de la formación económica de Pessoa, de mencionar a Unamuno o Azorín, de las ideas liberales de Pla o de las referencias a los sistemas económicos de Borges y Cortázar. En fin, un repaso exhaustivo y completo que, aunque parezca paradójico, si de algo peca es, seguramente, de que se deja referencias en el tintero porque la presencia de la economía en la literatura es muy vasta y este libro es, precisamente, un paso muy importante para destacarla. Pero más de 600 páginas para empezar no esta nada mal.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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