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Tribuna:CIRCUITO CIENTÍFICO
Tribuna
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Biofísica: investigando en horizontal

La biofísica, que ya está absorbiendo hoy fuertes inversiones en los países más avanzados pero que cuenta con más palabras que realidad en el difícil sistema científico español, es aún demasiado contemporánea para palparla desde la generalidad de la que gozan la biología o la física. Es una interdisciplina o, lo que es lo mismo, una disciplina frontera entre otras más establecidas, que permite a las ideas fluir por el continuo del saber. Siglos antes de la aparición de interdisciplinas (la bioquímica es otra de ellas), la ciencia ya nos mostró ejemplos de investigación horizontal. En concreto, la electricidad y el magnetismo, áreas éstas de la física, forman hoy el electromagnetismo, que podríamos clasificar como intradisciplina, y que explicó el fenómeno de la luz.

Cuando hablamos de biofísica, el término bio refleja su principal objetivo: la vida. Según argumentaba el premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1965, Jacques Monod, en su célebre ensayo El azar y la necesidad: aunque la biología desempeña un papel marginal en cuanto a que estudia el mundo viviente, y es éste sólo una parte ínfima del universo conocido, también tiene un papel central si admitimos que la ciencia tiene como objetivo último entender la relación del hombre con el universo. La física podría entenderse como un enfoque o arma para resolver enigmas en las ciencias de la vida. ¿Pero qué aporta en realidad? Michel Daune (Universidad de Estrasburgo) en la introducción de su libro Biofísica molecular afirmaba que, en primera instancia, la física ha caracterizado el desarrollo de nuevos métodos de investigación. Y, en segundo lugar, más que ninguna otra disciplina, ha proporcionado leyes que son universales en el espacio y en el tiempo, y que, por tanto, comprenden al mundo de la vida. El uso de leyes tiene una importancia fundamental a la hora de optimizar el rigor científico de una explicación. El marco matemático -no nos olvidemos- en el que ha crecido la física, como caldo de cultivo de sus leyes, es el aparato dogmático más aplicado por los científicos. Los modelos cuantitativos en su contexto matemático están siendo introducidos hoy en una biología cada vez más cuantitativa, pero, sobre todo, más legislada.

Yéndonos a un plano menos fundamental, ¿qué investigador no contempla hoy a los seres vivos como máquinas, usando conceptos de la física e ingeniería para su descripción? Las explicaciones maquinísticas -que no mecanicistas- están tomando posiciones estratégicas en los argumentos científicos en un tiempo en el que aún es fácil mezclarlas con la ficción y, al tiempo que las preguntas sobre si -como artefactos- poseen objetivo y cuál es éste, sacuden el bregar filosófico. La naturaleza, entendida como entorno no creado por el ser humano, nos ha sugerido imitarla en muchas ocasiones para desarrollar nuestra tecnología. Y en el empeño por conseguir una tecnología en cada vez menos espacio, podemos asomarnos a la célula biológica, como paradigma de muchas de nuestras presentes y venideras creaciones. De hecho, ya hemos empezado a contemplarla, en cierto modo, como una ciudad industrial: órdenes estrictas y evolutivamente adaptables, codificadas en el ADN, gobiernan un entramado molecular altamente especializado. Notemos que muchas de las proteínas se comportan como auténticos motores en la escala molecular. Es curioso pensar que, precisamente, éste es el nivel de tamaño en el que la nanotecnología hoy empieza a desarrollar sus nanomotores. Aunque todavía estamos lejos de igualar la calidad de los motores moleculares biológicos, es lógico especular con la posibilidad de que ambos esquemas, el nanotecnológico y el biológico, necesiten darse la mano para seguir avanzando.

Nos adentramos en un tiempo en el que ya no es locura esperar una tecnología y una medicina que converjan hacia objetivos comunes, confundiéndose, quizás, con campos de la ciencia moderna como la robótica o la cibernética. Puede que en unos cuantos años conceptos como los de reparar y curar, taller y consulta o ingeniero y médico, sean sinónimos en alguna interdisciplina. Será un buen momento para preguntarnos de nuevo por la relación entre el hombre y el universo.

J. Ricardo Arias González es investigador visitante en la Universidad Autónoma de Madrid.

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