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Un ciclo de conferencias recuerda a Blasco Garzón, un impulsor de la Generación del 27

El abogado y político republicano promovió en Sevilla el célebre homenaje a Góngora

Pocas fotografías han sido tan reproducidas como la del homenaje a Luis de Góngora en la Sevilla de 1927. Varios jóvenes poetas posan solemnes en el acto que acuñó el nombre de la Generación del 27. Ahí están Federico García Lorca, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Jorge Guillén y José Bergamín. En el centro de la famosa foto hay un señor orondo y con bigote que casi nadie suele reconocer. Se llamaba Manuel Blasco Garzón y era el presidente del Ateneo de Sevilla. Un ciclo de conferencias recuerda estos días a Blasco Garzón en la capital andaluza.

El Aula para la Recuperación de la Memoria Histórica ha organizado el ciclo Manuel Blasco Garzón y la Generación del 27, que se inició el pasado miércoles y se prolongará hasta el próximo martes en el Cuarto de la Montería del Real Alcázar. El ciclo aborda distintos aspectos de la trayectoria de este importante abogado y político republicano.

El historiador y coordinador del ciclo, Juan Ortiz Villalba, recalca la importancia de aquel homenaje a Góngora. "Fue un homenaje que se intentó hacer en otros lugares y no cuajó. Blasco Garzón tenía en la directiva del Ateneo a un médico y escritor llamado José María Romero, que fue el auténtico organizador del homenaje y que luego fue un mártir republicano fusilado en 1936".

El coordinador del ciclo señala que "Blasco Garzón es una figura muy importante en la sociedad sevillana". "Fue presidente del Colegio de Abogados. En 1936, preside la Academia Sevillana de Buenas Letras. Con la II República, fue ministro de Obras Públicas y de Justicia. Posteriormente, se exilió en Argentina. Además, era un importante masón en Sevilla y era también miembro del Rothary Club. Fue también diputado republicano del Frente Popular en Sevilla", relata Ortiz Villalba.

Un momento crucial

"En el momento del homenaje a Góngora, Sevilla vivía un momento crucial y lleno de expectativas. La ciudad tenía la Exposición Universal de 1929 al alcance de la mano. La Universidad de Sevilla tenía a docentes con mucho peso nacional e internacional", detalla el coordinador del ciclo. "Blasco Garzón era un orador y abogado brillante que anduvo siempre entre el republicanismo de Martínez Barrio y el liberalismo dinástico de izquierdas", resume Ortiz Villalba.

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La figura de Blasco Garzón mantiene hoy su brillo por su presencia en una foto imperecedera. Aquel homenaje a Góngora fue financiado por el torero Ignacio Sánchez Mejías, el mismo que inmortalizó Federico García Lorca en su célebre poema. Su muerte en la arena hizo que Lorca escribiera una de las grandes elegías de la poesía de todos los tiempos.

Sánchez Mejías no sólo era torero. También estrenó dos obras teatrales y disertó sobre tauromaquia en la Universidad de Nueva York. Su generosidad y entusiasmo llevaron a Sevilla a un grupo de jóvenes poetas llenos de talento y ambición.

Aquel puñado de escritores pasó como un vendaval por la historia de la literatura en español. Blasco Garzón, con su intensa actividad profesional y su gran capacidad para encauzar los aires renovadores que soplaban por España, puso su grano de arena en la construcción de un movimiento literario de una riqueza que sólo puede compararse con la del Siglo de Oro.

Tras los actos programados para el pasado miércoles y ayer, el ciclo incluye las siguientes conferencias: Sevilla, diciembre de 1927: el nacimiento de una generación literaria, del profesor Miguel Cruz Giráldez (hoy); Manuel Blasco Garzón en el Ateneo, del presidente del Ateneo, Enrique Barrero (lunes), y José María Romero Martínez, un médico humanista, del vicepresidente del Ateneo, Alberto Máximo Pérez Calero (martes). Todas las conferencias se inician a las 19.30.

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