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Un ex jefe de Hacienda medió en Villanueva de la Cañada

En la denuncia socialista aparece como intermediador de alguna de las compras de Villanueva de la Cañada, en concreto de las realizadas por la sociedad Alminar de Alvillas (propiedad de los Gil de Biedma, los tíos y primos de Esperanza Aguirre), un ex jefe del servicio de la Agencia Tributaria que ya ha fallecido.

Este hombre compatibilizó hasta su cese en la Administración pública, en 1998, sus numerosas compras de suelo rústico en Villanueva de la Cañada con su labor como jefe del servicio de atención al contribuyente en la oficina de la Agencia Tributaria en la calle de Guzmán el Bueno, en Madrid.

El empleado público, según la investigación, compraba el suelo un poco antes de ser recalificado por el Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Villanueva. Una vez que obtenía esta revalorización de sus terrenos, los vendía y obtenía un beneficio discreto, muy inferior al que conseguirían los compradores de sus terrenos, como ocurrió en el caso de los tíos de Esperanza Aguirre. Así, los terrenos que vende en 2000 por 419.000 euros -le habían costado 18.000 euros en 1995- a la familia de Aguirre, ésta los revende por 4,6 millones en 2006.

El trabajador de la Agencia Tributaria era considerado muy afín al PP y al equipo municipal de Villanueva de la Cañada. Su nombre también figura en el antes y después de una extraña permuta de solares entre el Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada y los constructores Francisco Vázquez y Francisco Bravo, que ayudaron en la estampida del ex diputado Eduardo Tamayo (PSOE) en 2003. Estos promotores entregaron una parcela en 1999 que les había costado 268.674 euros y el Ayuntamiento les entregó otra que vendieron por 2,5 millones.

Tasaciones sospechosas

Este beneficio de 2,2 millones en pocos meses fue debido a las tasaciones que hizo el Ayuntamiento, que presuntamente sobrevaloró la parcela privada e infravaloró la parcela pública. Un informe municipal recogía que las propietarias iniciales de la parcela privada la vendieron a una empresa del ex jefe de servicio de la Agencia Tributaria, con fecha de 10 de enero de 1994. Tal compra, sin embargo, no figura en los registros inmobiliarios. Posteriormente, Vázquez vendió al ex empleado de la Agencia Tributaria, por exigencia de éste, parte de los metros de edificación que recibieron en pago por las fincas del Ayuntamiento. Vázquez también asegura que permutó su finca por la presión del Ayuntamiento, pero que la compró con intención de edificar en ella. Y asegura que siempre ha mantenido buenas relaciones con ayuntamientos de todos los signos.

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