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El jefe de la policía de Torrevieja y un capitán de la Guardia Civil, imputados por amañar una oposición

El caso de las torturas de la Policía Local de Torrevieja a arrestados alcanzó ayer una nueva dimensión judicial al levantar la magistrada Juana López, titular del Juzgado número 2, el secreto del sumario. La juez ha imputado al jefe de la Policía Local, Alejandro Morer, a un agente del cuerpo, a un capitán de la Guardia Civil del puesto de Torrevieja, cuya identidad no ha trascendido, y al hijo de éste, por un delito contra la Administración pública, derivado del intento de amañar una oposición para cubrir 5 plazas de policías locales en condición de interinos estacionales. La oposición no ha llegado a celebrarse.

La imputación de esas cuatro es consecuencia de la intervención de los teléfonos de los mandos de la Policía Local para investigar un delito de narcotráfico. La magistrada López autorizó las escuchas telefónicas a raíz de la denuncia de dos individuos arrestados por un robo. Los detenidos denunciaron que había visto "a un policía local [el inspector Manuel Antonio Vera, según consta en el sumario] con dos bolsas de cocaína". Las escuchas no dieron ningún fruto judicial en ese sentido y la juez ha archivado las diligencias respecto al delito de narcotráfico.

No obstante, la intervención de los teléfonos desveló otras prácticas ilegales. En concreto, un supuesto amaño de unas oposiciones. Según fuentes del caso, el contenido de las escuchas recoge una llamada telefónica del concejal de personal, José Sánchez, al jefe de la Policía Local. El edil solicitó al jefe que le propusiera cinco temas genéricos para la oposición para cubrir las cinco plazas de policías interinos estacionales. El jefe encomendó el trabajo a otro agente. Días después, el jefe [siempre de acuerdo al contenido de las escuchas] recibió otra llamada de un capitán de la Guardia Civil de Torrevieja interesándose por la temática de las preguntas de la oposición y sugiriendo a Morer que "echara una mano" a su hijo, que iba a presentarse al concurso.

Un tercio de la plantilla de la Policía Local de Torrevieja -170 agentes en total- son interinos, entre ellos inspectores y oficiales. El alcalde, Pedro Ángel Hernández Mateo, del PP, ha prorrogado el contrato de ocho de ellos, pese al informe en contra de la secretaria municipal.

Estos cuatro imputados se suman a los otros 11 agentes de la Policía Local, un auxiliar de enfermería, y dos concejales del PP, los responsables de Seguridad y Sanidad, Pedro Valero e Hipólito Caro, respectivamente, por un supuesto delito de torturas a un arrestado durante un robo a la casa de un agente, el pasado 23 de junio. El denunciante, un súbdito guatemalteco, denunció cuatro días más tarde que durante el arresto [en la vía pública, según recogen la diligencias] los agentes le propinaron varios golpes que le provocaron lesiones graves.

La investigación de este caso de supuestas torturas la han llevado en paralelo la magistrada López y la titular del Juzgado número 1, Iris Valero. Ayer, la primera, a instancia del fiscal, se inhibió en favor de la segunda. Además del delito de lesiones, los agentes imputados están acusados de omisión del deber de denunciar el delito. Mientras, el concejal de Seguridad está imputado por encubrimiento y el de Sanidad por falsedad documental, por amañar partes médicos de arrestados y agentes lesionados en servicios.

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